sábado, 8 de diciembre de 2012

Capítulo 12


Me levanté deprisa e hice la cama más rápido aún.
Esperaba que mi padre no se hubiera ido, porque aunque solíamos desayunar juntos todos los días, basta que quisiera decirle algo para que se hubiera marchado.
Pero no, la suerte debía de sonreírme y, cuando bajé a la cocina, él estaba ahí como siempre, enfrente del desayuno, leyendo el periódico.
-Buenos días-dije, tomando asiento.
-Buenos días-dijo, sin levantar la mirada del periódico.
-¡Buenos días, mi niña!-me dijo Casey, poniéndome enfrente el desayuno-¿Qué tal anoche?
-Oh, pues bien, bien. Muy bien diría yo.
Desayuné, haciendo algo de tiempo para hacerle a mi padre la preguntaba que desaba hacerle desde ayer por la noche, cuando me la planteé. Su respuesta sería importante, de ahora en adelante, para el plan que Niall y yo teníamos.
-Papá.
-¿Mm?
-¿Te acuerdas del chico de ayer, Niall?
Casey, que limpiaba la encimera, se detuvo y me miró, aunque rápidamente volvió a lo suyo.
Mi padre bajó el periódico y me miró.
-¿Ese del grupo ese?
Puse los ojos en blanco.
-Sí, exacto.
-¿Qué le pasa?
-A él nada, es que hemos quedado para comer. ¿No te importa, verdad?
Nos sostuvimos la mirada por unos segundos, después él volvió a cubrirse tras el periódico.
-No, claro que no. Ve y diviértete.
-¿De verdad?
-Claro.
Me levanté y le di un beso en la mejilla.
-Gracias, papá.
-De nada, pero siéntate de nuevo y desayuna. Has comido muy poco.
Tenía poca hambre, pero ya que él me había dado permiso (cosa que no me esperaba) le iba a complacer y comería algo más.
-¿Me disculpas un momento? Tengo que hacer una llamada-dijo, levantándose.
-Oh, si, claro papá.
Cuando acabé, subí a mi cuarto y preparé la ropa que me pondría, después cogí el teléfono y llamé a Cait.
No me lo cogió y eso me preocupó.
¿Seguiría enfadada conmigo y por eso no me contestaba o es que le había pasado algo?
Decidí que lo intentaría más tarde y me puse a hacer los deberes. ¿Tenía algo mejor que hacer? No. Salvo esperar.
Un rato antes de la hora a la que había quedado con Niall, volví a llamarla y, esta vez, sí que me cogió el teléfono.
-Pensé que estabas enfadada conmigo...
-No, ya se me pasó. Ya me conoces.
-Ya, sí, bueno... ¿Y qué tal ayer?
No quise nombrar a Drake a propósito.
-Pues mira, muy bien. Vino a buscarme a casa en su coche y me llevó a la suya, donde estuvimos cenando, hablamos y tal y luego, me llevó de vuelta a casa.
-¿Qué? ¿Y nada más?
Ella bufó.
-¡Pero bueno...! ¿Cómo que "y nada más"? ¿Por quién me tomas?
-¡No, no! ¡No quería decir eso! Es que...
Es que ese no era Drake. ¿Cena romántica en casa? ¿A qué estaba jugando?
-¿Es que qué?
-Es que creí que al menos te besaría.
-Ah. No.
¿Drake no besar en la primera cita? Definitivamente algo estaba raro aquí.
-Bueno, tengo que dejarte. He quedado para comer con Niall.
-¿Solo con Niall?
-Pues yo he quedado con él, que los demás se apunten también o no, eso ya no puedo saberlo.
Rió.
-Vale, pásetelo bien.
-Seguro, gracias.
Colgué y me vestí.
Bajé las escaleras de dos en dos y, cuando iba por la mitad (yo iba mirando distraídamente los escalones para asegurarme que no me caería) mi padre habló.
-¡Ah, Chris! Ya iba a subir a buscarte. Tienes visita.
Levanté la cabeza y me quedé paralizada al ver a Connor, sonriendo y con las manos en los bolsillos, al lado de mi padre, ambos mirándome.
-Ah, hola.
-Hola.
-Es una lástima, porque yo ya me iba y...
-Yo había pensando-me interrumpió mi padre-Que ya que esto es algo que celebrar, podrías aplazar tus planes y comemos aquí todos. Después de todo, no todos los días recuperamos a alguien del pasado.
Connor le rió a mi padre la broma sin gracia.
-Oh, Jared, no es para tanto...
No entendía nada. Pero si mi padre fue el que hizo que Connor se marchara, ¿por qué se alegraba ahora de su vuelta?
-Pero papá, antes me habías dicho que...
-Y te dejo, por supuesto, pero seguro que él lo entenderá.
Discutir con mi padre era cosa harto imposible, así que me giré, rumbo a mi habitación.
-Está bien, le llamaré. Ahora bajo.
-Bien. ¿Vamos al salón?
Cerré la puerta de mi cuarto tras de mí con un portazo.
Ya decía yo que demasiada suerte había tenido.
-Hola, Niall.
-¡Chris! ¿Qué pasa? ¿Ya vienes?
-No, qué más quisiera yo.
-¿Por qué? ¿Te ha dicho que no?
-No, al contrario. Me ha dejado. Pero Connor se ha presentando aquí y mi padre quiere que comamos los tres aquí. Si no fuera porque no le encuentro el sentido, diría que fue él quien le llamó, porque en cuanto se lo dije, fue corriendo a llamar por teléfono...
-Puede que tenga algo que ver o puede que nos estemos equivocando. No lo sé.
-Niall, de verdad, lo siento mucho...
-Más lo siento yo que soy el que iba a comer contigo.
Reí.
-¿Y esta tarde harás algo? Porque comeré aquí, pero no me va a impedir huir más tarde para verte.
-¿Huir para verme? Qué bonito. Harry, alcánzame esos pañuelos de ahí, creo que los necesito...
-¡Tonto!
Rió con esa risa tan suya que yo adoraba profundamente.
-Nah, no, esta tarde no hago nada, si estos no quieren. Igualmente, tú me llamas y ya está.
-Vale, así lo haré. Y lo siento de nuevo.
-No tienes por qué, de verdad.
-¡Espera!-dije, antes de que colgáramos-Recuérdame que luego te cuente algo.
-Claro, por supuesto que lo haré. Hasta luego, sinsajo.
Una vez que colgué, bajé al salón, donde Connor y mi padre estaba hablando muy entretenidos.
A la vez que yo, Casey también entró para comunicarnos que la comida ya estaba hecha.
Durante esta, Connor le estuvo contando a mi padre lo mismo que me había contado a mí, que su abuela murió y se mudó aquí buscándome, que había encontrado un trabajo... Bla, bla, bla y más bla.
-Supongo que no me guardarás rencor por todo eso-dijo mi padre.
Connor río.
-Oh, no, claro que no, Jared. Tuvo sus partes negativas-dijo, mirándome-Pero también sus partes positivas.
Por supuesto, no pensaba marchar tras Niall inmediatamente después de comer, así que, para disgusto mío, tuve que estar con Connor buena parte de la tarde.
-¿Por qué has venido?-le dije cuando estuvimos en mi habitación y él jugaba con Shannon.
-Te dije que quedarámos y dijiste que me llamarías. No lo hacías, asi que vine.
-Ya te dije que estaba muy ocupada últimamente.
-Sí, con el rubito.
Entrecerré los ojos.
-Bueno y si fuera ese el caso, ¿pasaría algo?
-No, supongo.
Él sonrió, negando con la cabeza.
-Creo que no he empezado con muy bien pie. 
-Crees bien.
-Tantos años preparándome para esto y, ahora, voy y lo fastidio. No ha sido nada fácil todo este tiempo que he estado... Estado lejos de aquí. Quizás eso me haya hecho cambiar un poco.
¿Y yo? ¿Cuánto había cambiado yo?
Era él. Era Connor. ¿Cuántas noches había llorado por su ausencia? ¿Cuántas otras había maldecido al mundo por arrebatármelo? ¿Cuántas veces pensé que mi vida se acabaría pronto, sin él? ¿Y cuántas otras había pedido fervientemente que me lo devolvieran?
Y, ahora que había vuelto, ¿por qué me comportaba así con él?
-No, no pasa nada. Todo este tiempo nos ha cambiado a todos.
-Al menos, a ti este tiempo te ha hecho justicia. Estás mucho más guapa que cuándo me fui. En cambio, para mí los años no pasan en valde...
Le pegué y me reí.
-¡No seas tonto, anda! Estás igual que como te recordaba.
-Recuérdame algo que olvidé hace tiempo.
Bajó a Shannon de encima suya y extendió sus brazos.
Sonreí y le abracé.
Esto realmente se sentía como el Connor que había perdido años atrás.
Nos pasamos gran parte de la tarde hablando y recordando otros tiempos, hasta que recordé que le había dicho a Niall que huiría para verle.
-Demos una vuelta.-propuso.
-Pero tengo que ir con Niall. Se lo he prometido.
-Bueno, pues podemos dar una vuelta y luego te llevo donde esté. Así salimos ganando todos, ¿no crees?
-Está bien.
Le avisé a mi padre de nuestros planes y después, nos subimos a la moto.
-¿Y adónde quieres llevarme?-pregunté.
-Pues la verdad es que no tenía pensando ningún destino.
Sonreí.
La misma respuesta que antes siempre me daba.
Todo fue bien durante un gran rato, hasta que nos paramos en un semáforo, al lado de un coche, el cuál tenía la ventanilla bajada. Lo conducía un chico joven y que lucía bien. No tardé en reconocerlo como uno de los que iban al Sant Patrick, aunque no sabía su nombre.
Connor y él se miraron y este sonrió, acelerando.
Oh, no, ya me lo veía venir.
-Connor, no.
Más él no me hizo caso.
-Connor, si vas a hacer eso, quiero bajar. Déjame bajar.
Entonces el semáforo se puso en verde y, tanto el coche como la moto, salieron disparados.
Me agarré a Connor con fuerza, con toda la que podía, mientras rezaba mentalmente por volver a ver, si podía, la cara de Niall.
Connor se deslizaba, esquivando los coches, a gran velocidad y sólo se paró cuando el semáforo de tres calles más adelante, se puso en rojo.
Me bajé de la moto y crucé hasta llegar a la calle.
-¡Christine!
Al oír su voz llamándome, aceleré más el paso y esquivé a la gente con más rápidez.
-¡Christine, por favor, espera!
-¡No!
Connor me seguía por la carretera. Iba prácticamente a mi lado, salvo que yo iba caminando por la acera.
-Chris, ¿qué pasa?
-¿Cómo que qué pasa? ¿Tú ves eso normal? ¡Pudimos habernos matado!
-Pero no lo hemos hecho, ¿no?
Resoplé.
-Nunca me gustó que hicieras eso y lo sabes, pero, ¿conmigo en la moto también?
-Ha sido algo muy irresponsable de mi parte, lo sé.
-¡Irresponsable es poco!
-Está bien, lo siento. No volveré a hacerlo más.
-Eso me decías siempre.
-Está vez será verdad.
-Más te vale.
Saqué el móvil, marqué y me lo llevé a la oreja.
-¿Qué haces?
-Llamo a Niall.
-¿Para?
-Para preguntarle por el tiempo, ¿tú qué crees? ¿Niall? Soy sinsajo.
Rió.
-Sí, me lo imaginé. ¿Ya te has librado de Connor?
-Qué va, esta aquí, acosándome con su moto.
Connor me miró mal.
-¿Dónde estás? Quiero verte.
Él intercambió un par de frases con alguien cuya voz no supe identificar.
-Dice Zayn que si sólo quieres verme a mí.
-Dile que quiero veros a todos, que no se ponga así.
-Dice que entonces vale. Pues estamos en el bar este...Harry, ¿cómo se llama? Bah, calla qué vas a saber tú... Donde, recordarás, viniste con Drake y después huimos los dos, ¿te acuerdas?
-¡Ah, sí! Sé perfectamente dónde está. ¿Qué hacéis ahí?
-No sé, yo estaba en casa echando la siesta cuando estos dijeron de salir, fuimos a buscar a tus amigas y nos vinimos aquí.
-¿Cait y Marta están con vosotros?
-No, sólo Marta. Cait ya había salido.
-¿Con?
-Drake. Según me han dicho.
-Ay, Dios... Bueno, dame unos minutos. Estaré allí en seguida.
-Aquí espero.
Colgué, me guardé el móvil y seguí andando, aunque aumenté aún más el paso.
-Sube a la moto, Chris.
-No.
-Sube, que te llevo.
-No. Iré andando. No está lejos.
Connor entonces subió la moto a la acera, justo delante de mí, cortándome el paso.
Una señora gritó, pensando que la iba a atropellar.
-Sube. Te llevo.
-Está bien, pero que conste que lo hago para que no atropelles a nadie en la acera.
Me subí y tardamos apenas diez minutos en llegar.
Me bajé y él me siguió a la puerta.
-¿Qué haces?-pregunté.
-Voy contigo, por supuesto.
-Pero...
-Ah, nada, nada. Vamos.
Refunfuñé, pero dejé que me siguiera al interior y ambos los buscamos.
Liam fue el que nos vio y nos dio con la mano para indicarnos.
Niall se quedó un poco extrañado cuando vio a Connor tras de mí, aunque se recuperó pronto al ver mi cara de "Intenté que me dejara en paz, pero es muy pesado...".
Les saludé a todos y después me senté encima de Niall, que se hallaba sentado en un taburete y Connor nos miro con cara de "Ola k ase?".
-¿Quieres?-me preguntó, tendiéndome un vaso.
-¿Qué es?
-¡Energy juice!-dijo Zayn.
-Oh.
-No le creas. Es Coca Cola.-dijo Niall.
-Entonces sí que quiero.
Connor estuvo hablando con Louis y Harry, muy entretenidos ellos. A mí me dieron ganas de decirles que no se juntaran con el enemigo, ya que lo teníamos en casa, pero lo dejé pasar. Después de todo, ¿qué les iba a hacer Connor a ellos dos? ¿Influirlos para que atropellaran señoras por la acera? No lo veía probable.
Marta, Niall y yo estuvimos hablando del caso de Cait y Drake.
-Déjala. Ya es mayorcita para saber lo que hace-dijo Marta.
-Pero eso no evita que no me preocupe por ella. ¿Y Ash y Sam?
-De compras-dijo Louis, dejando a Harry solo ante el peligro (Connor).-Querían que fuéramos todos, pero al final las convencimos para que fueran solas.
-Eres un mal novio, Lou-le dijo Zayn.
-Quizá si fuera el tuyo no sería tan malo, Zayn.
-Uhhhhhhhhhhhhhhhh-dijimos todos, rompiendo a reír.
Me bajé de encima de Niall.
-¿Por qué te vas?-preguntó.
-No me voy, sólo voy al baño. Ahora mismo vuelvo.
-Bien.
Así fue.
Fui al baño y, cuando salí, me sorprendí muy mucho al encontrarme a Drake, apoyado en la pared.
Sonrió al verme.
-Pero mira a quién tenemos aquí.
Entrecerré los ojos y le miré mal.
-¿Qué quieres, Drake?
-¿Yo? Nada. He venido aquí con Cait.
-¿Y por qué no estás con ella?
-Quería verte. Y hablar contigo. Te vi antes, con tus amigos, pero si me acercaba quizá el rubio se pusiera protector otra vez y acabaríamos montando otra pelea. Y vaya, qué sorpresa me he llevado al ver a Connor aquí.
-¿Y de qué quieres hablar?
-¿Tú de qué crees?
-Mira, a mí es que me das igual. Lo único que me importa es mi amiga y te juro que, como le hagas algo, la paliza que te dio Niall te parecerá dulces caricias comparado con lo que te haré yo.
Él rió.
-No sé a qué estás jugando, porque te conozco y sé que no eres así. No la estás tratando como sé que eres.
-Estoy jugando contigo.
-¿Qué?-dije.
-Es muy divertido ver cómo te preocupas por tu amiga, ver cómo piensas "¿Será hoy, en esta cita? ¿O será en la próxima?".
-Deja de jugar con nosotras. No te hemos hecho nada como para eso.
-¿Y por qué habría de hacerlo? Es muy divertido.
Le miré peor.
-Eres odioso, Drake. Lo más repugnante que mis ojos han visto.
-Vaya, pues yo creía que me considerabas guapo. Aunque quizá deberías mirar un poco a tu alrededor. Descubrirás que quizá estás equivocada y no soy lo más desagradable que conoces. Alguien, bastante cercano a ti, sólo te quiere por lo que te quiere. Y no, no soy yo. Ya te dije que aparte de tu dinero, sentía algo por ti.
-Tú no puedes sentir nada por nadie, salvo por el papel que constituye tu amado dinero. ¿Quién es ese del que hablas?
Sonrió.
-Vaya, parece que ahora vuelvo a tener la sartén por el mango. Tengo una información valiosa para ti y a tu amiga. Tienes mucho que perder, ¿eh?
-Vale. ¿Y qué quieres a cambio?
-A ti.
-¡Ah, no! ¡Eso se acabó! ¡No haré más tratos contigo ni fingiré!
-Nadie ha dicho que tengas que fingir.
-¡No! 
Me di la vuelta y emprendí rápidamente el regreso con Niall y los demás, pero, cuando me faltaban un par de metros para alcanzarlos, Drake me cogió del brazo y me dio la vuelta. Después, con un tirón, me acercó a él.
-Más te valdría hacer lo que te digo, o las cosas se pondrán muy feas para todos y, quizá cuando quieras hacerme caso, ya sea tarde.
-¿Qué quieres decir?
Me atrajo más hacia sí.
-Empezaré por tu amiga, después iré a por la otra y así.
Se acercó a mi oído.
-Te daré una muestra de lo que pasará. Mira, ahora verás.
Y entonces me besó, aunque le puse las manos en el pecho rápidamente y lo separé de mí.
-Drake, creo que ya te avisé una vez-dijo una voz justo detrás de mí.
-¿Y qué si te ignoro otra?
Me giré y le puse las manos en el pecho a Niall.
-Niall, todo está bien, de verdad.
Niall quiso dar otro paso adelante, pero le empujé hacia atrás.
No me miraba, miraba al frente, a Drake, como aquella primera vez.
Le cogí de la barbilla y le obligué a mirarme.
-Relájate, por favor. Mírame, vamos, mírame.
No le quedó otra que mirarme a los ojos.
Le sonreí.
-Bien. No entres en su juego. Déjalo.
Entonces le cogí de la mano, sin dejar de mirarle.
-Vámonos.
Tiré de él para alejarle de allí.
Ya veía la puerta.
Esto aún podía acabar bien.
-¿Y qué tal te has sentido viéndolo? Digo, si te gustó, puedo repetirlo.
Niall me soltó la mano, y, mientras yo gritaba "¡No!" se lanzó contra Drake.
Maldito fuera Drake. Iba a matarle después de esto.
La gente se apartaba al paso de Niall y Drake, por si algún golpe fallaba el blanco y les daba de rebote.
Connor fue rápido a separarles a los dos, pero, cuando tuvo a Niall alejado, comenzó él a pelearse con Drake y Niall, que sentía que era su guerra y no la suya, se lanzó contra él.
Liam y Zayn consiguieron finalmente separar a Niall y yo volví a cogerle de la cara para que me mirara e intentar calmarlo.
-Niall, mírame, ¡mírame te digo! Cálmate, ¿vale?-dije, acariciándole la cara.
-¿Y esos dos...?-preguntó Zayn.
-Dejad que se maten, me da igual. Me lo llevo, ¿vale?
Cogí a Niall del brazo y lo saqué de allí.
Una vez fuera, le examiné.
-¿Estás bien?
-Sí. Esta vez no ha sido para tanto.
-¿Se puede saber por qué has hecho eso? ¡Te dije que no le siguieras el juego! ¡Lo único que quería era provocarte para hacernos daño!
-¿Hacernos?
-Ahora te explico. ¿Te has traído el coche?
-Mm, sí.
-Trae, dame las llaves. Yo te llevo.
-¿Adónde?
-A mi casa. Quiero que estés allí conmigo. Pero si quieres coger algo, podemos pasar por la tuya antes.
-Suena bien.
-¿Dónde tienes el coche?-dije, cogiéndole las llaves.
-Ahí.
En ese momento, Connor salió.
-¿Christine?
Le agarré del brazo a Niall y tiré de él hacia el coche.
-Sube, corre.
Nos subimos ambos y arranqué.
Niall tenía la cabeza apoyada en el asiento e iba con los ojos cerrados.
-Niall, ¿de verdad que estás bien?
-Sí, sí. No tiene nada que ver con eso.
Vi que Connor nos seguía y aceleré un poco más.
-¿Qué haces?-preguntó Niall.
-¿Confías en mí?
-Sí.
-Bien.
Di un volantazo y entré por una callecita, distrayendo a Connor y perdiéndolo por unos instantes, hasta que volvió a aparecer por delante de nosotros. Paré el coche y retrocedí la calle marcha atrás, di otro volantazo y me lancé por otro laberinto de calles, hasta que llegué a su portal.
De Connor no había ni rastro.
-¿Por qué...?
-No sé qué pretendía yendo tras nosotros y él también te ha pegado. Además, no quiero que sepa dónde vives. ¿Seguro que estás bien? A ver, déjame verte-dije, mientras le cogía la cara y le examinaba cada rincón de esta.
-Que estoy bien, de verdad-dijo, sonriendo.-Ya te dije que los irlandeses somos fuertes.
Le pegué yo.
-¡Ah!
-¡Qué sea la última vez que me das esa clase de sustos! ¿Queda claro? Olvídate de Drake, a él, ni agua. Vamos arriba y en mi casa te lo explicaré todo.
Salimos ambos del coche y, cuando sacaba las llaves, no pude evitar darle un abrazo.
Después de todo, había vuelto a ser golpeado sólo por tratar, de nuevo, de defenderme de Drake.
-Gracias por todo lo que haces por mí.
-Ah, hacía mucho tiempo que no me agradecías nada. Ya iba siendo hora...
Subimos y él cogió su mochila de siempre y metió algo de ropa.
-¿Quieres que pasemos antes por un McDonald´s y compramos algo de cenar?-sugerí.
Niall me abrazó.
-Por cosas como esta, cada día te quiero más.
-Oh. Gracias.
-Es agradable ver cómo tus mejillas también enrojecen. Así, al menos, sé que no soy el único de los dos.
Le sonreí.
Como dije, pasamos antes por un McDonald´s y cogimos algo para cenar. Estando allí, Liam le llamó para saber qué había sido de él, pero yo lo cogí.
-¿Niall? Si, lo tengo yo. Si lo queréis de vuelta teneís que darme...Emm... No puedo ponerle precio.
-¿Y entonces cómo le recuperamos?
-No quiero ni dinero ni... ¡No sé! No quiero rescate, me lo quedo.
-¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
-Bueno, si quieres te lo doy mañana. Es mi mejor oferta.
-Bueno, vale... Acepto. Yo tengo a tu amiga Marta.
-¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
-Si eso, me la quedo.
-Uy, sí, seguro que a Sam le hace mucha gracia, jijijijiji.
-¡Ah!
Aparqué el coche en mi garaje, aunque el coche no era mío.
-Aquí estará más seguro que fuera, ¿no crees?
Me sonrió.
-Cualquier cosa que tú creas que está bien, lo estará para mí.
Le sonreí a mi vez.
-Y ahora, te toca enfrentarte a mi padre. Ten valor.
-Yo siempre.
Reímos los dos.
Fuimos a la cocina y allí saludamos a Casey. Finalmente, dimos con él.
Estaba en el salón.
-¿Papá?
-¡Chris!
-Hola, papá. ¿Te acuerdas de la comida frustada de esta mañana? Bueno, pues espero que no me frustres la cena. Porque la he traído conmigo.
-Hola, señor.-le saludó Niall.
-¡Oh, hola!-dijo mi padre, dándole la mano, muy cordialmente.-Espero que puedas perdonarme por entretener a mi hija esta mañana en lugar de acudir a vuestra cita. En verdad lo lamento.
Enarqué una ceja.
¿Papá lamentando algo? Mm. Curioso.
-No se preocupe, señor. No al menos que me la entretenga ahora.
Mi padre rió y yo le seguí.
-No, ahora toda para ti. Es lo menos que puedo hacer. Y llámame Jared, si quieres. 
-Gracias papá. Pues... Cenamos en mi cuarto, ¿vale?
-Claro. Divertíos.
Tiré del brazo de Niall hacia las escaleras.
-Sí, comiendo, seguro que nos divertiremos.
Reí ante aquello.
-Pues tu padre no parece tan malo como dices.
-Eso es porque no le hemos dicho que te quedas a dormir. Entonces, echará fuego por la boca y todo.
-Bueno, así nos calienta las patatas, que siempre se quedan frías.
Reí bastante.
Lo preparamos todo, como siempre hacíamos y busqué por mi estantería la película que quería que viéramos. Durante los dos días que había pasado sin verle, me había dedicado en cuerpo y alma a buscar películas para que luego, cuando volviéramos a vernos, pudiéramos verlas.
-Quiero ver Luna Nueva.
-Díficil, porque hoy está llena.
-¡La segunda parte de Crepúsculo, Niall!-dije, poniéndole la carátula en la cara.
-Ah, vale.
Acto seguido reímos los dos.
Cenamos, como siempre, viendo la película y mandamos a Shannon a por los helados abajo, pero subió con su hueso de plástico, así que paré la película y bajé yo y así aproveché el viaje para decirle a mi padre, que estaba en la cocina, que Niall se queaba a dormir conmigo.
-¿Qué?
-Que sí, papá, que yo quiero que se quede.
-Pero...
-No es la primera vez-dijo Casey.
Mi padre la miró y la miré con la más pura cara literal de "Ola k dise?"
-¿Qué?
¡Ay Dios, Casey! ¡Qué me la lías!
-Que quiere decir que no es la primera vez que duermo con un chico. Connor ya estuvo aquí alguna que otra vez. Pero si te sientes mejor, puedo mandarlo a dormir contigo y así tienes la certeza de que no hacemos nada malo...
-¡No, no! No importa. Confío en ti.
-Gracias papá. Pues entonces hasta mañana.
-Hasta mañana.
Subí y le conté a Niall lo sucedido.
-¿Y ha echado fuego por la boca?
-Pues al final no...
-Creo que tienes a tu padre en una estima que no es la correcta.
-Va a ser que sí.
Viendo la película, caí en al cuenta de que me identificamente casi plenamente con el personaje de Bella. También a mí me habían dejado sola, de modo dramático, sin teléfono para llamar, ni dirección a la que ir y menos sin garantías de que volveríamos a vernos. Pero, como en ambos casos, ambos habían vuelto. A ella, para darle una alegría, a mí, nada más que disgustos y quebraderos de cabeza.
Cuando acabó, apagué la tele y el dvd y me volví para mirarle.
-No hemos hablado de lo que teníamos que hablar.
-Adelante, rubia, soy todo oídos.
Y le conté lo que Drake me había dicho a la salida del baño.
-Y es por eso que quería provocarte, para hacerte daño a ti y por tanto, a mí. Y no quiero eso. Ya te dije que no quiero que nadie te haga daño, ni por mi culpa, ni por nada.
-Estoy muy harto de ese Drake.
-¿Y me lo dices a mí?-dije, sonriendo.
-Pero también estoy cansado de Connor. No entiendo de qué va.
-Menos entiendo yo. Todo era mucho más fácil cuando sólo estábamos tú y yo.
-Y Jerry y Paul, no te olvides de su amor.
-No, claro jajajaja.
-¿Y si nos vamos? ¿Y si huimos de verdad?
-¿Qué quieres decir?
-¿Y si cuándo me vuelva, digo, volvamos, los chicos y yo, a Reino Unido, te vienes con nosotros? ¿No era eso lo que me sugeriste una vez? Aunque te pido demasiado, lo sé. Dejar aquí tu casa, tu padre, toda tu vida, para irte con una pandilla de chicos a otro país... Es pedirte mucho.
Iba a hablar, pero me interrumpió.
-Yo te llevaría conmigo y procuraría que nada te faltara. No me des una respuesta inmediata, piénsatelo, ¿vale? Tienes tiempo para ello.
Asentí con la cabeza, aunque mi decisión ya estaba tomada.
-¿Puedo abrazarte?-pregunté.
-¿Y tienes que pedir permiso?
-No quiero hacer algo que pueda molestarte.
-Dudo que pudieras, aunque quisieras.
Me tiré sobre él y le abracé.
-Abrazarte es una de las cosas que más me gustan hacer en este mundo.
-¿Tienes pañuelos? Es que me he emocionado...
Reí y le contagié la risa.
Estaba tumbada sobre él, él tumbado en el sillón.
Me miraba con sus ojos azules y yo se la devolvía, con el mismo color.
Bajé la frente y apoyé la frente en la suya.
Él colocó mi pelo tras mi oreja.
Le sonreí, mientras mi nariz rozaba la suya.
Sólo tendría que bajar la cabeza un poquito más, sólo un poquito más...
La puerta se abrió y me asusté, así que rodé y me caí al suelo.
-¿Chris?
-Ah, hola, Jerry...-dije, levantándome del suelo.-¿Qué pasa?
Niall reía. ¿De qué? Vete a saber. Se pasaba la mayor parte del tiempo riendo.
-Nada, sólo que tu padre me ha dicho que Niall estaba aquí y quería venir a saludarlo.
-¿Qué pasa, Jerry?-dijo él, yendo a saludarlo.
Al fin había parado de reírse.
Mientras él y Jerry charlaban, yo me tumbé en la cama y Shannon no tardó en dejarse caer a mi lado, apoyando la cabeza en mi tripa.
¿Qué acababa de pasar en el sillón? ¿Qué se supone que iba a hacer yo? No podía hacerle eso. Era mi amigo. Mi mejor amigo. ¿Y si le perdía por eso? Pero, ¿por qué había estado a punto de hacerlo? ¿Por qué?
Si hubiera sabido lo pronto que me lo arrebatarían, quizá no hubiera gastado tanto tiempo en dudar. Hubiera actuado antes. Sin miedo a nada.
Pero como bien había dicho Drake, a veces, cuando nos damos cuenta de que estamos equivocados y queremos actuar, ya es tarde para ello. Y, en mi caso, sería tarde, muy tarde.


¡Hola, gente! Siento el retraso, pero aquí estoy de nuevo. Ya sabéis, entre mi mala racha, que hizo que mi inspiración se esfumara completamente y Haylor, mi cabeza era un hervidero de pensamientos y temores a los que me he tenido que enfrentar sola. Pero bueno, una vez vencidos, volví a poner mi cabeza en orden y he sido capaz de escribir de nuevo. Lamento mi debilidad, ser así. No ser más fuerte, pero así es como Dios me ha creado. En fin, que me enrollo más que con el capítulo, haha. Avisaros de que empecé una nueva novela sobre los chicos, que tiene introducción más dos capítulos. Os dejaré aquí el link http://iwanttomarrythenight.blogspot.com.es/ Y como siempre, deciros que gracias por leer y por todo, en general.
@Cris_Jbieber
Cris Vila Jb (Tuenti)

sábado, 24 de noviembre de 2012

Capítulo 11


Estaba durmiendo plácidamente cuando sentí que Niall me susurraba al oído.
-Eh, rubia. Es hora de levantarse. Tienes que ir al instituto.
-¡No!-dije, cubriéndome la cabeza con la sábana.
Él me la quitó y yo volví a taparme, con lo que repitió el mismo movimiento y me dejé vencer.
-Venga, arriba.
-No...-dije, con voz somnolienta.
Él, por toda respuesta, pasó los brazos por detrás de mi espalda y mis rodillas y me levantó, sacándome de la cama.
Yo, aún con los ojos cerrados y sin saber si estaba más dormida que despierta y si esto era un sueño, apoyé la cabeza en su hombro y le pasé los brazos por el cuello, agarrándome.
-¡Despierta!-dijo, agitándome.
Abrí los ojos.
-Que tengo sueño, Niall...
-Sufre lo que yo sufrí el otro día.
-El rencor no es bueno, Niall...
Rió y me meció.
-Quieres que me despierte, pero sin embargo, me meces...
-¿Y quieres que cante?
-Una nana, por favor.
Reímos los dos.
-La próxima vez que durmamos juntos, me duermes así, ¿vale?
-Será raro, pero vale-aceptó.
Me miró.
-¿Estás despierta ya?
-No.
-¿Y cómo es que hablas?
-Em...Hablo en sueños.
-¡Estás despierta!
-Vale, sí... Lo confieso-dije, abriendo los ojos totalmente.-¿Se puede saber por qué me has despertado diciéndome que debo ir a ese sitio? Hay excusas mejores para despertarme.
-No es una excusa, es que vas a ir.
-¿Qué?
-Tienes que ir, si tu padre se entera por un casual de lo que estás haciendo me echará las culpas a mí y, en cierta medida, las tengo.
-Y entonces...
-Y entonces no voy a permitir que pase lo que estás pensando. Y por eso mismo vas a ir al instituto.
-Vale, está bien. Déjame en el suelo para que pueda ir al baño y arreglarme.
Así lo hizo y me dirgí hacia el baño,le miré de reojo y, antes de llegar a la puerta del baño, corrí hacia la cama.
-¡No!-dijo, interceptándome mientras yo reía.
Sus brazos me atraparon por la cintura y me estrecharon contra él.
-¡Qué tengo sueño!-me quejé, entre risas, mientras ponía mis manos sobre las suyas e intentaba liberarme del agarre para tirarme sobre la cama.
Entonces él se inclinó y besó mi mejilla, con lo que detuvo mis movimientos y me giré para mirarle.
Acto seguido, los dos sonreímos.
-Vale, me has convencido. Puedes soltarme.
Me soltó y entré al baño, pero, cuando parecía que iba a cerrar del todo la puerta, eché a correr hacia la cama.
-¡No!-dijo él, riéndose y atrapándome en pleno salto, cayendo ambos sobre la cama.
(...)
-Me ha costado una vida despertarte y hacer que te vistieras. ¿Normalmente eres así todas las mañanas?
-No, todas no, sólo las que paso contigo.
Rió.
Estábamos bajando a la cocina.
-Así que te has despertado pronto y has bajado a hablar con Casey.
-Y con Jerry, que también estaba.
-¿Y qué tal con los dos?
-Bueno, con Jerry, ya nos conoces y con Casey, bastante bien. Ha estado preguntándome por mis comidas favoritas.
-¿Y eso?
-Porque según ella, me verá mucho por aquí y hay cosas que, cuando se es cocinera, tiene que saber.
-Anda con Casey, jajajaja.
Me callé porque en ese momento entramos en la cocina y ella estaba allí.
-¿Qué tal dormistéis?-preguntó ella, muy curiosa.
-Bien, aunque tengo sueño...
Ella se rió, no sé bien de qué.
Espero que no de nosotros o verás.
Terminamos de desayunar y nos dirigimos al garaje.
-¿Me llevas tú?-dije, tendiéndole las llaves.
-Yo te llevo. Serías un peligro al volante, con ese sueño que dices que tienes...
-Es tu culpa, ayer no parabas de hablar y de reírte.-le acusé.
-Porque me dabas conversación y me hacías gracia.
-Ah, claro, ahora la culpa es mía.
-No, en realidad es de Shannon. Roncaba, como bien decías.
Reí mientras me metía en el coche.
Él se sentó a mi lado y arrancó.
-En verdad la culpa es de los dos, no te atormentes más.
Le sonreí.
Salimos a la calle y vi una moto detenida en la puerta.
Fruncí el ceño.
-¿Qué pasa?
-Problemas-dije.
Alguien dio unos golpecitos en el cristal de mi lado y, la verdad, no me sorprendí cuando me giré para ver quién era.
Connor.
Bajé la ventanilla.
-¿Si?
-¿Es así como me das los buenos días?
Se agachó para besarme, no sé si en la mejilla o dónde, pero por si acaso, aparté la cabeza.
-Digamos que hoy sí. ¿Qué pasa? ¿Qué te trae por aquí?
Se apoyó en la ventanilla bajada, riendo.
-¿No te haces una idea?
-Connor, tengo sueño, no estoy muy lúcida por las mañanas, ya me conoces...
Rió.
-Veo que hay cosas que no han cambiado. Bueno, venía a buscarte, para llevarte a ese infierno al que todos llaman el Sant Patrick.
-Oh, pues bueno... Ya tengo quién me lleve-dije, señalando a Niall con la cabeza-Si acaso otro día, ¿si?
-No, da igual. Os seguiré. Tengo que hablar contigo.
-Haz lo que quieras-dije, subiendo la ventanilla y por tanto, obligándole a apartarse.
Se dirigió a su moto y subió.
-Vámonos-le dije a Niall, quien obedeció.
Dejé pasar un poco.
-¿Nos sigue?
-Así es.
Sonreí y negué con la cabeza.
-¿Qué pasa?
-Que voy de un acosador a otro. Qué suerte la mía.
-Y luego estoy yo, el pesado del teléfono y los mensajes.
-Te prefiero a ti mil millones de veces.
-Toma, conduce tú que creo que voy a llorar de la emoción...
-¡Serás tonto!
Ambos nos reímos.
Paró a unos metros de la puerta del instituto.
-Vendré a buscarte a la salida.
-¿Ah, si?-dije, con sorpresa.
-Claro. Ya hablé antes con Casey y Jerry para que lo supieran.
-Mal. Si lo saben, no es un secuestro.
-¿Quieres que te secuestre? Si no me hace falta el dinero.
-Nadie ha dicho que, una vez secuestrada, tengas que devolverme.
Rió.
-Lo pensaré.
-Sabiendo esto, el día se presenta mucho mejor. Eso sí, te sigo odiando por hacerme venir aquí.
-¿Ah, me odias?
-Sí. No. Bueno, un poco.
-¿De verdad?
-Pero te perdono si me das un beso y, sobre todo, un abrazo. Uno fuerte. Pero sin matarme, tampoco.
-Lo que sea para que dejes de odiarme.
Me abrazó y, cuando ya iba a salir del coche, me dio el beso en la mejilla.
-Te estaré esperando, recuerda.
-Descuida, será en lo único que piense en todo el día.
Antes de irme, acaricié el coche.
-Cuida de él.
-Oh, descuida.
-No, si le decía al coche. No quiero que te pase nada.
-Si al final lloro, Chris, crees que no, pero los irlandeses también lloramos...
Negué con la cabeza y, cargando con la mochila y el archivador, me dirigí al instituto.
Vi a Connor, apoyado en la moto y recordé que tenía que hablar conmigo, así que me acerqué.
Oí como todos cuchicheaban a mis espaldas. Por supuesto, todos le conocían. Era Connor, aquel chico que sin ser nadie y, sin tener nada de dinero, consiguió estar con alguien como yo, todo lo contrario. Sí, le conocían bastante bien.
¿Y él, cómo llevaba eso? Pues bien, con su típica sonrisilla de macarra que escondía un chico atento y dulce tras ella. Al menos, antes.
-Bueno, aquí estoy. ¿Qué quieres?
-¿Tú y el rubito estáis...?
-¡No!-dije.
Me puse tan nerviosa que el archivador se me escurrió de las manos y casi se me cae al suelo.
-¡No, no! ¡Claro que no!
-¿Entonces por qué te alteras?
-No me altero.
-Sí lo haces. Nunca mentiste bien.
-No miento. Sabes que no creo en las mentiras.
-No crees en ellas pero, sin embargo, engañas a tu padre, ¿no es cierto?
Me quedé un poco rota.
¿Cómo sabía él...? ¿Cómo podía saber que yo le estaba mintiendo a mi padre? No me gustaba mentir, como había dicho, no creía en la mentira. Pero si esta era la única manera de estar junto con Niall, le mentiría hasta al mísmisimo Dios, con las consecuencias que eso pudiera traerme.
-¿Qué sabes tú acerca de eso?
-¿Yo? Nada, pero sé bien lo que pasó entre nosotros, ¿recuerdas? Y seguro que no quieres que la historia se repita de nuevo. Es por eso que he sacado esa conclusión, nada más.
-Oh, bueno, no importa porque Niall y yo sólo somos amigos. ¿Eso era todo lo que querías decirme?
-No. ¿Cuándo vamos a quedar?
-¿Para?
-¿Para? He estado cuatro años esperando para volver a verte y estar contigo... Y, cuando te digo de quedar, ¿me dices para? Para jugar a las muñecas, no te digo.
-Connor, habláme bien. No uses ese tipo de voz conmigo.
-Ya salió la Christine dulce y delicada de siempre.
-Y, por supuesto, ya salió el Connor que guardabas que nunca me gustó un pelo.
Suspiró.
-Tienes razón. Lo siento. Es que esto... No es fácil. Lo siento.
-Vale, está bien. No te preocupes.
-¿Entonces cuándo?
-No lo sé. Te llamaré, si eso.
-Tengo nuevo número.
Sacó un móvil algo antiguo.
-No es de última generación, pero al menos llama y recibe llamadas, que es lo que me importa. Apunta el número.
Saqué el móvil y lo hice.
-Llámame.
-Sí, vale.
Me dio un beso en la misma mejilla que Niall y se fue en la moto.
Y con él se fueron mis ganas de llamarle, ya de por sí inexistentes.
Me reuní con mis queridas amigas, Marta y Cait que, por supuesto, me interrogaron sobre Connor y Niall y yo se lo conté mientras nos dirígiamos a clase de la señora Black, la cuál se asombró cuando entré.
-¡Pero si es Steward! Creí que, después de lo de mis fotocopias, no volverías por aquí.
-Ya ves, Black, te echaba demasiado de menos.
-No voy a subirte nota por eso.
-Ni falta que me hace. Dígame el precio y se lo pagaré. ¿No es así como funciona todo aquí?
-Vete inmediatamente al aula de castigo.
Alice se rió de mí.
-¡No lleva ni dos minutos aquí y ya la han vuelto a echar!
Algunos se rieron.
-Ya, puede, pero yo al menos no lloro a escondidas porque el chico al que amo busca mi dinero y no a mí.
Todos dijeron "uhhhhhhhhhhh" porque obvio todos sabíamos que Alice se moría por Drake y Drake lo único que quería de ella (y de todas) era su dinero. Eso debía de ser duro, pero bueno, no era mi caso y seguramente no lo sería.
Aunque en aquellos momentos, no sabía cuanto de equivocada estaba con respecto a esto último.
Como Alice era la protegida de Black, me echó de la clase a gritos diciéndome que era un animal por ir diciendo esa clase de cosas y yo, tan feliz por no tener que dar esa clase y mientras oía como Alice lloraba (en parte porque dije la verdad, en parte porque haciéndose la víctima hacía un gran papel y se ganaba el apoyo de todos, entre ellos, el que ya tenía de Black) me fui, pensando en cuántos malditos minutos faltarían para que Niall me viniera a buscar, me liberara de esta prisión a la que llamaba vida y le pudiera contar este suceso tan divertido.
Cuando llegué al aula de castigo no había nadie, para sorpresa mía, así que me senté en las mesas del fondo y me eché una pequeña siesta, que se vio interrumpida cuando un profesor que no conocía (debía de ser nuevo) apareció, seguido de Drake, que me ignoró completamente. Hizo como si yo no estuviera allí también, castigada.
Y me dio otro motivo para ser feliz aquel día.
Cuando Rose vino y nos preguntó qué habíamos hecho, él dijo que simplemente no quería dar clase y se había venido aquí.
-¿Y tú, Steward?
-Le he hecho llorar a una compañera y le dije a Black que la eché de menos en mi ausencia.
-¿Qué compañera?
-Alice Parker. Lloró de la emoción de mis palabras.
Aunque no precisamente por mis palabras de emoción hacia Black, pensé.
Como era habitual, no me castigaron y del castigo de Drake no me enteré, así que regresé a clase con mis dos amigas y les conté lo que había hecho.
La mañana se me pasó despacio.
Sentía una creciente angustia cada vez que miraba el reloj y veía que apenas habían pasado unos minutos desde la última vez que lo miré.
Miraba también con casi desesperación el móvil, pero nada.
¿Y si lo llamo yo? ¿Y si le digo algo, le mensajeo...? No, no. A ver si ahora la acosadora/ pesada del teléfono voy a ser yo... Pero yo quiero llamarlo, jo.
Cuando el timbre sonó, dando fin a la última clase, di gracias al Señor y salí junto con Marta y Cait, a las que también había incluido en el plan.
Estábamos hablando, dirigiéndonos a la puerta, cuando Drake apareció y se metió entre nosotras, mirándome especialmente mal.
¿Qué había hecho yo ahora para que me miraran con tanto odio?
-Eh, nena-dijo, dirigiéndose a Cait-El viernes te paso a buscar, ¿vale?
-¡No, no quiere!-dije, metiéndome en medio.-¡Por supuesto que no quie...!
-Sí, sí que quiero-dijo Cait por detrás mía, tímidamente.
Me giré y me la quedé mirando.
Sentía la mirada de triunfo de Drake clavada en mi nunca.
Lo sentía traladándome e intentando quemarme por dentro.
-Cait, cariño, estamos hablando de Drake... ¡Por el amor de Dios, Cait, es Drake!
-Ya, ya lo sé. ¿Y?
-¿Cómo qué y?
No quería empezar una pelea con mi amiga allí, así que me encaré a Drake.
-¡Te dije que no te acercaras a ella! ¡Te lo avisé! ¡Teníamos un trato!
-Ah, el trato. Ese mismo que tú rompiste, ¿no? No fui yo quién lo incumplió, sino tú. La culpa es tuya.
Miró a Cait por detrás de mí.
-Te veo el viernes-dijo, guiñándole el ojo y marchándose.
Cuando se fue, volví a mirar a mi amiga.
-¿Tú te das cuenta de lo que va a hacerte, Cait? ¿Eres consciente? ¡Por Dios, niña! ¡Abre los ojos!
-¡Ya los tengo abiertos! ¿No ves como te miro?
-No, si encima me vacilas. ¡Cait, te lo estoy diciendo por tu bien! Acabarás haciendo algo que no quieres y te arrepentirás. Créeme, con el tiempo lo harás. Puede que ahora no lo veas así, pero lo es. No te dejes engañar.
-Chris tiene razón, Cait.-dijo Marta, apoyándome.
Cait nos miró a las dos.
-Ah, vale. Con que las dos estáis en mi contra. Pues que os den a las dos, majas.
Y se fue de mala ostia.
Marta y yo nos quedamos sin saber qué hacer. En más de once años de amistad, jamás nos habíamos enfadado así. Habíamos tenidos nuestros más y nuestros menos, nuestras discursiones, pero nunca de esta manera.
-Niall está allí-me dijo.
Miré y le vi, apoyado en el coche.
-Vamos con él.
Y así lo hicimos.
-¿Qué pasa con Cait? ¿No viene?-preguntó, extrañado.
-No, la muy idiota no viene.-dije, abriendo la puerta del coche y sentándome.
-¿Y mi abrazo en forma de saludo?
-Déjala, Niall. Está muy enfadada.-explicó Marta mientras yo cerraba de un portazo la puerta del coche.
-¿Qué le ha pasado?
-Mejor que te lo cuente ella.
Todo el trayecto en mi coche Niall lo pasó intentando hacerme hablar, pero no había manera. Estaba tan enfadada, todo era tan reciente... Que sabía que, como hablara, alguien acabaría herido y sería alguien inocente.
Una vez que subimos a su casa, Harry me atacó nada más que entré por la puerta.
-¡Eh! ¿Y dónde está Caitlin?
-¡No menciones a esa niña en mi presencia! ¡No! ¡La! ¡Menciones!
Harry se asustó tanto de mi cara de loca gritona que corrío a refugiarse tras Zayn, que buscaba una salida de fácil acceso por si me daba por matar a la gente y así poder huir rápidamente.
Ya habíamos comentado con anterioridad que Harry era muy valiente, así que quizá yo no diera tanto miedo.
-Yo sólo preguntaba, como siempre vais juntas...-dijo, asustado e inocente.
Dejé la mochila por ahí.
-Se han peleado-informó Niall-Pero no ha querido contarme el por qué.
-Nos hemos peleado por Drake.-solté.
Todos, incluidas Sam y Ash, se me quedaron mirando.
-¿Qué?
-¿Estáis locas?
-No, sois tontas, que es diferente.
-¡Escuchadme!-dije, haciendo que se callaran-No ha sido así, como pensáis. Drake, como sabéis, sólo va tras dos cosas. El dinero y... Bueno, eso. Ya me entendeis. Pues, a pesar de eso, Cait está total y locamente, enamorada de él.
-Te matará como sepas que lo has contando...-dijo Marta, mientras todos lo asimilaban.
-¿Y qué más da ya eso si...? Bueno, continúo.
-Sí, sigue-me apremiaron todos.
-Pues entonces es fácil suponer que Cait cederá ante cualquier... Proposición que le haga. Ella es mi amiga y no quiero eso para ella, porque se arrepentirá. Así que bueno... Cuando Drake y yo, teníamos ese trato... No sólo era por ti, Niall. No sólo trataba de ocultarte a mi padre. Drake me prometió que, mientras estuviera junto a él y cumpliera el trato, él dejaría en paz a Cait.
-Ahora entiendo entonces por qué ese empeño en continuar con aquella locura.
Asentí con la cabeza.
-Si rompía el trato, adiós. Y como lo he roto... Pues ha pasado hoy. Él le ha dicho de quedar y a ella le ha faltado tiempo para aceptar. Y encima se ha enfadado con Marta y conmigo cuando hemos tratado de prevenirla. ¡Ella sola se está cavando su propia tumba!-dije, dejándome caer sobre el sillón.
Comimos mientras debatíamos qué podíamos hacer para ayudar a Cait. Harry sugirió matar a Drake, pero que pareciera un accidente y yo fui la única que le apoyó.
-Tranquilo, Harry, si hace falta lo matamos tú y yo solos.-dije.
-¡Nada de matar a nadie!-nos regañó Niall.
Sugerimos tres millones de cosas, pero ninguna llegaba a convencernos del todo y, como dijo Zayn, a quién tenían que convencer era a Cait, no a nosotros mismos.
En estas estábamos cuando me sonó el teléfono y casi me morí al ver que en la pantalla ponía "Papá".
Pedí silencio mientras iba al pasillo.
-¿Papá?
-Hola, Christine. ¿Qué tal? ¿Dónde estás?
-Oh, pues bien, bien. Estoy... En casa de Marta, estudiando. Nos hemos venido después del instituto y he comido aquí.
-Ah, qué bien. Entonces estás cerca de casa. ¿Quieres que te vaya a buscar?
Niall apareció en el pasillo y se apoyó en la pared, escuchando.
-¿Qué? ¿Ya estás en casa?
-Sí, acabo de llegar hace unos minutos.
Niall y yo cruzamos una mirada.
"¿Ha vuelto ya?"-dijo él, sin hablar.
Asentí con la cabeza y pusimos los dos cara de disgusto.
Esa noche me tocaría dormir sola.
-Pues no te preocupes, que ya me acerco yo. Tengo el coche aquí.
-Ah, perfecto. No sabes las ganas que tengo de verte.
-Yo también, papá. Bueno, ya voy.
-Aquí espero.
-Sí, vale.
Y colgué, para quedarme mirando al infinito.
-Tengo que irme.-dije.
-Lo sé.
-No quiero hacerlo.
-También lo sé.
-Niall, por la cuenta que nos trae... Será mejor que no nos veamos en unos días.
-¿Qué? ¿Por qué me dices eso? No, no puedes pedirme eso. Pídeme lo que quieras, cualquier cosa, pero eso no.
-Me duele en el alma pedírtelo, pero tiene que ser así. Siempre que mi padre se va de viaje pasan días hasta que se separa de mí. Estos días son los más peligrosos y no voy a arriesgarte.
-Pero...
-Hablaremos cuando quieras, ¿vale? Llámame o lo que quieras. Siempre estaré disponible para ti, no importa la hora.
-Está bien.
-No, no lo está. Pero abrázame.
Sonrió y lo hizo.
Llevé a Marta y casa y después volví yo a la mía.
(...)
Y no me equivoqué.
Mi padre apenas me dejó vivir en los dos días que me separaron de Niall. Iba al instituto, donde intentaba por todos los medios posibles y humanos hacerle entrar en razón a Cait pero sin éxito alguno y después volvía a casa y ya no salía de allí. Deberes, películas, gimnasio, tennis, piscina... Todo le parecía poco a mi padre con tal de pasar tiempo conmigo y el tiempo que pude hablar con Niall también se vio afectado, ya que mi padre volvió a decir que pasaba demasiado tiempo enganchada a ese cacharro electrónico. La verdad es que estaba enganchada a la persona que estaba tras el móvil, no al móvil en sí mismo.
Y llegó el viernes, día en el que Cait y Drake quedarían, algo que yo no había podido evitar y en el que yo y mi padre tendríamos que presentarnos en una de aquellas galas benéficas de, ¿por qué era esta vez? No recuerdo, pero hacía tiempo que no iba a una y, la verdad, no las echaba en falta para nada.
Me ocupé de arreglarme yo misma y me puse un vestido, el cuál me había comprado hacía tiempo pero no había tenido oportunidad de estrenar.

Me maquillé un poco, me peiné el pelo a conciencia y me subí a unos tacones negros.
No llevaría bolso, pero le hice guardar a mi padre el móvil en el bolsillo.
De nuevo delante de las cámaras, sonriendo, fingiendo que algo sobre algo me importaba cuando tenía la cabeza en otro lado, en otras personas.
Debí haber puesto más empeño en convencer a Cait o, como Liam sugirió, haberla dormido con clofomormo para que no hubiese llegado a la cita o encerrarla en su casa, como sugirió Louis.
Pero no había hecho nada de eso, así que Cait y Drake se verían hoy en privado y yo estaría sola, mientras que los chicos estarían por ahí, de diversión. Y yo sin saber nada de Niall. Le escribí algo antes de darle el móvil a mi padre y, aunque se lo había pedido dos mil veces a este para mirarlo, no me había respondido, cosa rara en Niall.
Mi padre y yo estábamos posando en el photocall y, como este era bastante largo, se extendía hasta la entrada del recinto donde tendría lugar la gala y la cena después de esta, había gente por delante y atrás de nosotros y teníamos que esperar para avanzar.
Miraba distraída de aquí para allá, observando qué gente había venido, por si por algún casual conocía a alguien y entonces no tendría que estar sola toda la noche, cuando reparé en un grupo de chicos que conocía bastante bien.
Zayn cruzó una mirada conmigo y después le dio un codazo a Niall, que le miró y Zayn le señaló con la cabeza hacia donde yo estaba. Niall le siguió la mirada y reparó en mí, poniendo una cara de sorpresa total.
Oh, no.
Miré a mi padre, que en ese momento estaba distraído, mirando hacia el lado contrario.
Ahora estábamos los tres, él, mi padre y yo, en el mismo sitio, juntos.
¿Y todos mis esfuerzos por esconderle habían sido en vano? ¿Esto iba a acabar así, aquí, en este sitio, de esta manera?
Negué con la cabeza, diciéndole que ni se le ocurriera acercarse y él asintió, dándome a entender que me había entendido.
-¿Esos no son los chicos del cd que te regalé?
Oh, no, papá.
OH NO.
-Emm... Sí. Eso creo, vamos.
-¿Quieres conocerlos?
-Creí que pensabas que los músicos eran malas influencias y que perdían su vida en la música.
-Y lo pienso pero vas a hablar con ellos, no a casarte, tampoco es para tanto...
-Ah.
-Vamos.
Le seguí mientras pensaba "Tierra, trágate a mi padre".
¿Qué íbamos a hacer? ¿Cómo iba a llevar esto? ¡Íbamos directos hacia ellos! Adiós a todo.
Ellos hablaban entre ellos cuando nos acercamos y dejaron de hacerlo cuando llegaron a nuestra altura.
Yo miraba hacia todos los lados menos a ellos, mi padre lo achacó a que estaba nerviosa y porque él pensaba que era algo tímida, pero nada más alejado de la realidad.
Mi padre comenzó la conversación presentándose y después presentándome a mí como una gran fan de ellos.
Harry y Zayn a duras penas podían contener la risa y lo disimulaban como podían.
Extendí la mano, formal.
-Un placer conoceros al fin después de tanto escuchar únicamente vuestras voces.
Harry se dio al vuelta fingiendo toser, pero se partía de risa, igual que Zayn, que le imitó.
Niall me cogió la mano y, en vez de estrecharla, se la llevó a los labios y la besó.
-El placer es nuestro, señorita-dijo, diciendo la última palabra en español.
Todos repitieron el mismo gesto de Niall y, cuando nos fuimos, mi padre comentó con sorpresa que eran unos chicos muy educados, para dedicarse a la música.
-Papá, lo creas o no, los músicos son personas, como tú y y como yo.
Entramos en un recinto parecido a un enorme teatro y tuve que sentarme con mi padre y gente que no conocía y que tampoco tenía intención de hacerlo.
Pasaba el tiempo y veíamos cómo cada persona que había venido, o, al menos, aquella que quería compartir con los demás lo que había hecho para estar en aquella gala.
-Recuérdame qué tengo que decir-le dije a mi padre.
-Ya lo sabes, donamos dinero para crear escuelas en los barrios más pobres de nuestro país.
-Ah, sí, sí. Cierto.
Los chicos salieron y, mientras el cuerdo de Liam hablaba, los demás estaban por detrás, Niall y Zayn empujándose, Harry riéndose de ellos y Louis haciéndole, cuál niño pequeño, con la mano los cuernos a Liam tras la cabeza.
Cuando me tocó salir a mí, no quería.
-¿Y por qué tengo que ir yo, papá? La gente te quiere a ti.
-Tú eres más guapa que yo y les gustarás más.
-Eso dices porque quieres escurrir el bulto.
Me dirigí con aire aburrido al escenario.
No quería hablar delante de tantas personas yo sola ahí arriba y, además, para rizar el rizo, los chicos estaban entre ellas, lo que contribuiría a ponerme nerviosa.
Subí y empecé a hablar, tratando de localizar a los chicos y, cuando lo hice, el panorama era bastante divertido.
Estaban en la segunda fila.
Niall y Harry se empujaban y ponían caras la mar de raras, Zayn parecía que se había tomado algo y se retorcía en la silla sin control (más tarde me contaría que todo fue culpa del energy juice), mientras Liam trataba de detenerlo y poner paz entre Harry y Niall y Louis dirigía todo ese descontrol cual director de orquesta sin batuta, movimiento los brazos.
-Sabemos lo importante que es la educación de jajajajajaja, digo, de todos los niños y niñas por lo que jajajajajajaja. Perdón. Hemos contribuido a la creación de escuelas públicas para que JAJAJAJAJAJAJA.
Me dio un ataque de risa en pleno escenario cuando Liam desistió en su empeño de poner paz en un mundo dominado por la locura y se puso a retorcerse en la silla de al lado de Zayn y, como a todos les dio envidia, se retorcieron también sin control, mientras Louis les dirigía sabiamente con sus movimientos de brazos.
Como no podía parar de reírme, decidí bajar del escenario y reunirme con mi padre.
Mañana seguramente la crítica y las noticias me matarían por eso, pero, ¿y qué? Había sido muy divertido y la tripa me dolía de tanto reírme.
-¿Se puede saber qué te ha pasado?-dijo mi padre, cuando volví junto a él y me senté, dándome aire con la mano.
-Los nervios, que me han jugado una mala pasada.
-Llevas haciendo esto toda tu vida y, ¿ahora tienes nervios?
Me encogí de hombros.
Cuando acabó la gala, que se me hizo bastante pesada, nos dirigimos todos a la cena, ofrecida allí también. Después seguro que habría un cóctel de esos tan típicos y allí quizá pudiera escaparme un rato para ir con los chicos.
Sentada a la mesa con mi padre y la misma gente desconocida de antes, le pedí a este el teléfono.
"¿Dónde estás?", tenía escrito.
Oh, Niall se interesaba por mi paradero.
"Perdida en un océano sin fin de mesas y gente que no me comprende y no tienen intención de hacerlo. ¿Y tú?"
"También :( Y me da miedo."
"¿Miedo? ¡Pero si tú estás en tu salsa! Verás cuando traigan la comida como se te quita ese miedo que dices que tienes".
"Ah, pues es cierto. No sé dónde estás, así que voy a mandar a 007 Bradford Boy a que te localice"
"¿Y ese quién es?"
"Zayn. Es el mejor agente secreto que nos podemos permitir"
Reí.
"Vale, venga. Estaré atenta por si le veo."
"Vale, allá va. Por cierto, ¿qué tenía tanta gracia en el escenario? ¿De qué te reías tanto?"
"¡Pues de vosotros, maldita sea! JAJAJAJAJA ¿Cómo os ponéis a hacer el tonto así cuando yo iba a hablar?"
"No puedes culparnos, somos así siempre. Ya nos conoces. Aquí, rodeados de cámaras y gente, no íbamos a ser menos. Es nuestra naturaleza".
Levanté la cabeza, buscando a Zayn y le vi, a bastantes mesas de distancia.
Aprovechando que mi padre no miraba, le di con la mano y él me vio.
"Menudo agente que está hecho Zayn. Le he encontrado yo a él antes que él a mí."
"Bueno, lo importante es que sabemos dónde estás. Lejos. Bastante".
"Pero luego nos veremos, cuando acabe la cena".
"Creo que es la primera vez que quiero, con tantas ganas, acabar de comer".
No me equivoqué y, cuando acabó la cena, había preparado un cóctel en otra sala, donde sonaba música y la gente estaba extendida por ella.
Aprovechando que mi padre hablaba muy animadamente con la gente, me escabullí para buscar a los chicos.
Por supuesto, había algunos chicos y chicas de mi edad, hijos, como yo, de gente con dinero, pero no iba a juntarme, ni mucho menos hablar siquiera con ellos. Esta gente era igual que los de mi instituto. Drakes y Alices.
Busqué desesperadamente por la sala, pero al único que encontré fue a Harry, que hablaba con dos chicas a las que había visto antes y taché de Alices. Ibas bien Harry, ibas bien.
-¡Bu!-me dijo Niall, tras de mí, asustándome.
Me giré.
-¡Qué susto, Niall!
-Esa era mi intención. ¿Qué? ¿Qué haces aquí, sola?
-Te buscaba.
-¿A mi?
-A ti. Pero no aparecías por ningún lado.
-Yo también te buscaba, quizá buscábamos cada uno por un lado.
-Entonces imposible encontrarnos.
Reímos.
-¿Bailas?-me preguntó.
-Pero si nadie está bailando-dije, observando a los demás.
-Bueno, ya verás como cuando empezemos nosotros, los demás nos copiarán.
-¿Tú crees?
-Siempre es igual.
Me tomó del brazo y me llevó hasta más o menos, el centro de la sala.
-¿Y si mi padre...?
-Acabamos de conocernos, ¿recuerdas? Era un gusto para ti conocernos después de solo oír nuestras voces. Sólo estoy tratando de conocer algo más a esa chica que es "una gran fan nuestra". Palabras textuales de tu padre.
Reí.
-Tienes razón.
-La mayoría de las veces, sí.
Entrelacé mi mano con la suya y su brazo pasó por mi cintura, atrayéndome hacia él.
-Ven aquí, que no muerdo. Pero porque ya comí.
Aquello me hizo reír y él rió también.
Yo puse el brazo que me quedaba libre tras su espalda y comenzamos a bailar.
Ninguno de los dos sabíamos bailar así, la música no era la más indicada para ese tipo de baile y la gente nos miraba. ¿Nos importaba? No.
Como él había predicho, a la gente le dio envidia, algo bastante común entre el tipo de gente que se encontraba allí esa noche y, aunque como dije, la música no era de ese tipo, bailaron como nosotros.
Reí.
-¿Cuál es el chiste?
-No lo hay, es que todo lo que he hecho para ocultarte y ahora estamos bailando delante de mi padre, inocente de él, no sabe nada.
-Por un momento, pensé que ibas a contarme un chiste de verdad.
-Lo siento, no me sé ninguno.
-Y yo los que me sé son de Harry, tan malos que, si te contara alguno, me dejarías aquí tirado, bailando solo.
-¡No haría eso!-dije, riendo.
-Ah, ríes porque sabes que lo harías-dijo, asintiendo con la cabeza.
-No es cierto. ¿Por qué no me contaste que ibas a estar aquí?
-¿Por qué no me lo dijiste tú?
-Yo lo supe esta misma tarde.
-Yo no sabía que vendrías y esto no era nada importante.
-Yo confíaba en que hubiérais impedido, de alguna manera, la locura de Cait.
-¿Sabes algo de ella?
Negué con la cabeza.
-No. Supongo que estarán juntos en... No sé. No sé nada y si me pongo a pensar, me pongo peor. Espero por el amor de Dios que no haga ninguna tontería.
-No la hará, ya lo verás. Confía en ella.
-Si yo confío en ella, en quién no confío es en Drake.
-No te tortures más por eso. Has hecho todo lo que estaba en tu mano para impedirlo, ya has cumplido tu parte.
-Bueno, ahora lo que está en mi mano es la tuya.
-Ah, cierto. Mira a Zayn, hablando con el de la música.
-¿Qué hace?
-Querrá ver si le dejan hacer de Dj. Es otra de las identidades de Zayn, aparte de la agente secreto. Es Dj Malik.
Reí bastante con aquello.
-Ah, y por cierto, ¿hablaste con Connor? Vi que te estaba esperando en la puerta.
-Ah, sí, sí. Me preguntó que si estábamos juntos.
-¿Tú y yo?
-Sí, claro. Le dije que no y entonces me insistió para quedar.
-Ese tiene celos de mí.
-Sí, diría yo que sí y ese chico de ahí, también. No para de mirarnos.
En realidad, quizá nos había mirado un par de veces, pero bueno.
Niall rió.
-¿Y has quedado con él?
-No. Dije que le llamaría, pero no tengo muchas ganas. Estando tú, ¿para qué le voy a llamar a él?
-Suéltame Chris, la mano un momento, para que pueda secarme los ojos que si no lloro y...
-¡Tonto!
Rió.
-Ahora tu padre ya me conoce. No tienes de qué tener miedo. ¿Puedo acercarme a ti ya?
-Estamos cuerpo con cuerpo. Cerca de mí ya estás.
Sonrió.
-Sabes que no me refiero a eso.
-Lo sé.
-Quiero saber si tengo que dejar de esconderme ya. Para él, nos hemos conocido esta noche y sabrá lo que pase a continuación, no lo que pasó atrás. Y si no le pareciera bien que estuviera contigo, ya habría venido a separarnos, ¿no crees?
Lo pensé por un momento.
-Tienes razón, Niall. Ya basta de esconderte.
Y lo que parecía tan fácil como abandonar la mentira y dejar paso a la verdad se convertiría en algo mucho más complicado. No sólo mi padre no lo aceptaría, sino que tendría apoyos que le ayudarían en su misión de apartarme de Niall.
Y lo conseguiría, para disgusto de ambos.


¡Hola! Soy @Cris_Jbieber (Cris Vila Jb en Tuenti). Lamento mucho el retraso, de verdad, pero es que que tengo 4 (¿o ya son 5 novelas? :/) y entre los exámenes y demás, estoy que no puedo y, para colmo, esta no está siendo de mis mejores épocas. En fin... Para compensaros un capítulo bastante largo (:
Gracias por todo.
Cris Bieber Horan Styles.