sábado, 20 de octubre de 2012

Capítulo 9


Aquella mañana me levanté tan rápido que tiré, sin querer, a Shannon de la cama.
Ella me miró mal.
-¡Lo siento, Shannon, de verdad!
Giró la cabeza para no verme.
Maldita perra rencorosa.
Bah, ya se le pasaría.
Cogí mi mochila y, tras hacer la cama, la volqué sobre esta, sacando todos los libros y metí ropa,manoletinas y la ropa de Niall.
Después fui al baño y después de arreglarme, me puse el uniforme, como todas las mañanas, me colgué la mochila al hombro (esa mañana pesaba considerablemente menos que las otras) y bajé a la cocina, donde, como siempre, Casey y papá estaban allí.
Dejé la mochila a un lado de la mesa y tomé asiento en esta.
-¡Buenos días!-saludé.
Casey y papá me respondieron de igual manera y comencé a desayunar, pensando cómo plantear la pregunta que deseaba hacer.
-Papá...
-¿Si, Chris?
-¿Puedo ir al instituto con el coche yo sola? Ya sabes, allí hay un aparcamiento y, bueno... Si no practico, se me olvidará y es aquí al lado, tampoco me voy a ir al estado de al lado...
Me miró entrecerrando los ojos, examinando la posibilidad que acababa de darle.
-Mm, vale, está bien. Haz lo que quieras.
-¡Aw, gracias papá! ¿Estarás cuando venga a comer?
Él, que había vuelto los ojos al periódico, los volvío a posar en mí.
-¡Oh! Se me olvidó comentarte que no voy a estar en un par de días, cariño.
-¿Qué? ¿Y eso? ¿Adónde vas?
-Es muy posible que abra más hoteles en Europa y he quedado con, bueno, si te dijera el nombre no le conocerías y tengo que examinar el terreno para dar el visto bueno y esas cosas, ya sabes.
-Ah, vaya.
-Estaría viajando constantemente esos tres o cuatro días y sé lo que odias viajar así, así que no puedes acompañarme esta vez.
-Oh, qué pena, papá, con lo que me gusta viajar contigo...
Mientras que por fuera estaba poniendo una cara de hija entristecida porque su padre tiene que marchar, por dentro estaba bailando y cantando. Sin papá por aquí, eso significaría más Niall y más libertad.
Acabé de desayunar y me colgué la mochila.
-Bueno papá, te veré a tu vuelta. Llámame cuando puedas y ten un buen viaje.-le di un beso en la mejilla y salí de la cocina.
-Adiós, Chris. ¡Sé una niña buena!
-¿Yo? ¡Pero si yo soy buena siempre!-dije, riendo desde el hall.
Recordé que esa vez iba yo sola, sin Jerry y tuve que dirigir mis pasos hacia el garaje.
Abrí la puerta de atrás del coche, tiré dentro mi mochila en los asientos de atrás y me senté delante.
Me puse las gafas de sol e introducí el cd de los chicos en el reproductor. Y, con su música resonando por entero en mi coche, salí de casa y me dirigí rumbo al instituto, pero, en cuanto pasé un par de calles y di por seguro que mi padre me había visto marchar en la dirección correcta, torcí y marché en dirección a la casa de los chicos.
Aparqué no muy lejos de su puerta, cogí la mochila y llamé al telefonillo.
-¿Si?
-¡Hola Zayn! Buenos días por la mañana.
-¿Christine? ¿Eres tú? ¿Qué haces por aquí? ¿Y a estas horas? ¿Y el instituto?
-Wow, cuántas preguntas. ¿Prefieres que te las conteste aquí o arriba?
-Mejor sube, sí.
Tardé un par de minutos más de la cuenta en subir pero él estaba esperándome, apoyado en la puerta abierta, con una simple camiseta negra y bóxers.
-¿Cómo que has tardado tanto?-dijo, mientras entraba y cerraba la puerta tras de mí.
-Es que subí andando, pero bueno, ¿qué te ha dado a ti hoy con las preguntas?
Rió.
-No sé, la verdad.
-Respecto a tus preguntas de antes, sí, soy yo, estoy por aquí para veros a todos, sí, a estas horas es que si ya me desperté para qué esperar más y al instituto que le den.
Él asintió con la cabeza.
-Me has convencido.
-Si es que yo... ¿Sabes de dónde puedo cambiarme? No quiero ir todo el día con esta ropa, pero tenía que engañar a mi padre...
-Harry se está duchando y los demás están durmiendo. Yo voy a la cocina, así que si quieres puedes cambiarte en nuestra habitación. No entraré y Niall está dormido, asi que...
-¡Perfecto! Te veo en unos minutos.
Me dirigí hacia su cuarto y abrí la puerta con cuidado.
Efectivamente, Niall estaba allí, dormido, dándome la espalda.
Puse la mochila sobre la cama de Zayn, aún sin hacer, la abrí, saqué la ropa y la dejé sobre ella.
Me quité la camiseta, los zapatos y los calcetines blancos largos y los guardé.
Bajé la cremallera de la falda, que estaba un lado de la cadera y esta cayó al suelo. Iba a agacharme para cogerla en el mismo instante en el que Niall se estiró y se dio la vuelta, con los ojos completamente abiertos.
Grité y me tiré sobre la cama de Zayn, tratando de taparme con la sábana y él se puso la sábana en la cabeza.
-¡No he visto nada, no he visto nada, no he visto nada!-gritaba bajo ella.
Dejó pasar unos minutos y se quitó la sábana de la cabeza.
Yo estaba tapada con las sábanas de Zayn.
-¡Christine! ¿Se puede saber qué haces aquí...Y así? ¿Qué planeabas hacerme mientras dormía, eh?
A mí me dio la risa y por poco me ahogo entre las sábanas.
-¡Yo a ti no iba a hacerte nada, es más, se supone que ni siquiera tenías que despertarte!
-Pues ya ves que desperté. Y qué sorpresa, encontrarte aquí así. Esto no lo veo todos los días. Y encima no te esperaba. ¿Qué haces aquí?
-Fácil, mira, hay tres sencillas razones por las que me encuentro aquí. Primero, quiero ir con vosotros al estudio. Segundo, quería verte. Tercero, ¿quién cuidaría de ti si no yo? Soy tu enfermera personal, recuerda.
Él sonrió y le señalé mientras yo también sonreía, a mi vez.
-Estás enrojeciendo.
-No es verdad.
-¡Sí lo es!
-No, no es cierto.
Puse los ojos en blanco.
-Vale, lo que tú digas.
Sonrió de nuevo.
-Me has dado tres razones que adoro para encontrarte aquí, pero te ha faltado un pequeño detalle.
-Ah, ya. Bueno, es que engañé a mi padre para que pensara que iba al instituto, pero di un volantazo y llegué hasta aquí. Juro que el coche vino solo, de verdad.
Rió.
-Y bueno, ya sabes lo mucho que amo yo a mi uniforme, así que quería cambiarme, pero Harry se estaba duchando y el salón o la cocina no eran de los mejores lugares, asi que Zayn sugirió que me cambiara aquí y, bueno... ¡Se supone que no tenías que despertar, repito!
-¡No he visto nada, te lo juro!
Entrecerré los ojos.
-No te creo.
-Pues lloro.
-¡Vale, vale, vale! No has visto nada. Te creo. Y ahora, si eres tan amable de darte la vuelta para que pueda terminar de cambiarme, te lo agradecería infinito.
-Bueno, vale...-dijo, dándose la vuelta.
Salí de entre las sábanas de Zayn y cogí la camiseta cuando la puerta se abrió.
-¿Qué son esos gritos que...?-dijo Zayn, asomando la cabeza.
Grité y me tiré de nuevo contra su cama, escondiéndome.
-¡Ahhhh! ¡Lo siento, lo siento! ¡Ya me voy, ya!
Y cerró la puerta.
Niall reía bajo las sábanas.
-¡Tú no te rías!-dije, cogiendo un cojín y tirándoselo.
Mientras Niall se reía, terminé de vestirme.
Una vez vestida, levanté la sábana de Niall y me metí dentro, también.
Él se dio la vuelta.
-Hola-me saludó, sonriendo.
-Hola. Tienes buen aspecto. ¿Qué tal las marcas del cuerpo?
-Ah, bien, bien. Van bien.
-Perfecto.
-¿Y tú qué tal estás?
-¿Yo? Perfectamente ahora que estoy aquí, contigo.
Se sonrojó y yo reí.
-Adoro cuando haces eso, en serio.
-¡Qué yo no me sonrojo te digo!
-Y aunque parezca mentira, me pongo colorada cuando me miras, me pongo colorada cuando me miras me pongo coloradaaaaaaaaa.
Se echó a reír y yo le seguí.
-Pero aún no te he contando lo mejor.
-Drake ha desaparecido.
-No, pero ojalá. Mi padre se ha ido por un par de días. Voy a poder ser libre un poco más.
Sonrió.
-¿Por qué todos los días no pueden empezar así de bien?-preguntó.
-¿Sabes? Eso mismo me pregunto yo... ¡Ah, se me olvidaba! 
Me levanté de la cama, lo que provocó un "Oh, joooooo" de Niall que me hizo reír y rebusqué en la mochila. Saqué su ropa, bien doblada y se la enseñé.
-Mira lo que tengo. ¿Te suena de algo?
-¡Ah, mi ropa!
-Si la quieres, ya sabes. Algo a cambio me tienes que dar.
-Vale.
Se levantó y abrió el armario, de donde sacó mi ropa.
-Está planchada y todo.
-Oh, Niall, no tuviste que hacerlo, de verdad.
-¿El qué? ¿Esclavizar a Harry para que lo hiciera él, como hace siempre? Bah, si en el fondo a el tonto le gusta ser mi esclavo...
Reí.
-Bueno, las damas primero, ya conoces nuestro protocolo-dijo.
-Está bien.
Le di su ropa y le besé en la mejilla que no tenía golpeada.
Él dejó mi ropa sobre su cama y me rodeó con sus brazos.
Apoyé la cabeza en su hombro y le abracé a mi vez, pasando las manos por su espalda.
Harry abrió la puerta y él y yo nos separamos.
Una lástima.
-Oye Niall, ¿has visto mi...Christine?
-Sí, me he visto, sí. Estoy aquí. ¡Hola!
Reímos los tres.
-Hola, haha. Vaya, no esperaba encontrarte aquí.
-El caso es que parece que nadie aquí me esperaba-dije, mirando a Niall.
-Si tú eres tan sorprendente, no es culpa nuestra-dijo-Bueno, Harry, creo que viniste preguntando por algo.
-¡Ah, sí! ¿Has visto mi camiseta de Hipsta please?
-Harry, eres un maldito desastre. Está en el sofá, ayer la dejastes ahí diciendo "Así mañana sabré donde está".
-¡Ostias es cierto! Bueno, voy por ella. Lamento si he interrumpido algo.
Y cerró la puerta.
-En realidad no lo siente-dije.
-Qué pronto le vas conociendo.
-Ya, bueno... Creo que estábamos en mitad de un intercambio.
-¡Cierto! Puto Harry.
Reí.
Me tendió mi ropa, pero, al dármela, me pasó también su camiseta azul que yo había usado tanto para dormir el otro día como ayer.
-Eh, Niall, esta camiseta es tuya.
-Últimamente la usas tú más que yo. ¿Por qué no te la quedas?
-¿En serio puedo quedármela?
-Claro.
-¡Aw, gracias!
Y le abracé.
Primero a él y luego a la camiseta.
-No pensé que una triste camiseta te haría tanta ilusión.
-No es una triste camiseta, es una camiseta que antes te pertenecía y ahora es mía. Sé de chicas que matarían por un simple hilo de esta camiseta.
-Véndela, así amplias tu fortuna.
-¿Más? Quita, quita. La camiseta me la quedo yo.
Rió.
Fuimos a la cocina y ahí estaban Zayn y Harry, que reía.
Me senté en la encimera mientras Niall atacaba el frigorífico y Zayn se me acercó.
-De verdad Chris, lo siento, yo... Yo sólo entré porque claro, oí que gritabas y pensé que bueno, yo qué sé que pensé, que de verdad lo siento...
-Zayn, tranquilo, de verdad. Todo está bien, no pasa nada.
-Y yo me perdí ese espectáculo...
Niall le pegó a Harry una patada por debajo de la mesa y este se agarró la espinilla mientras emitía un "shhh" de dolor.
Los demás se levantaron y Liam empezó a decir que era una niña mala por escaparme tan a menudo del instituto y esas cosas.
-Anda, deja de regañar a la pobre niña, que tiene que vivir un poco mientras sea joven y vete a preparar-le dijo Ash.
Mientras todos se vestían, me tumbé en el sillón y estuve urgando con el móvil.
Le envié un mensaje a Niall.
"¡Vuelve! ¡Te echo de menos!"
Y eso que solo estaba en la habitación, cambiándose.
"¿A mí me echas de menos? ¡Voy!"
Levanté los ojos de la pantalla justo a tiempo de verle tirarse contra el sillón y, de la velocidad y de la potencia del salto, lo saltó por encima y acabó en el suelo.
Zayn se echó a reír y rodó por las paredes de la risa.
-Niall, ¿estás bien?-pregunté.
Se levantó del suelo.
-Como nunca, vamos.
Le sonreí.
Cuando todos estuvieron preparados, Niall se cargó mi mochila al hombro (él insistió mucho en llevarla) y bajamos abajo.
Los chicos echaron a andar hacia su coche y Niall sistemáticamente me siguió a mí.
Harry y Zayn decidieron apuntarse también y les acabé llevando a los tres.
Niall no dijo nada y simplemente se sentó en el asiento del copiloto, dejando a Zayn y Harry detrás.
Cuando arranqué, su cd empezó a sonar y se me quedaron mirando.
-¿Qué? Este es un país libre, puedo escuchar lo que quiera.
Y se rieron.
Me pasé toda la mañana con Ash y Sam hablando y haciendo el idiota.
Las había cogido un cariño impresionante en tan solo unos pocos días y parece que el sentimiento era mútuo.
Estuvimos haciendo carreras de croquetas por los pasillos hasta que Paul se tropezó con Ash y a punto estuvo de caerse.
Los chicos volvieron, les dio envidia y también estuvieron haciendo carreras de croquetas. Harry, de lo largo que era, no cabía estirado en el pasillo y yo me la pasé riéndome de él por eso, mientras que él me mandaba muy lejos y Liam le regañaba por usar palabras mal sonantes.
Cuando acabaron, empezaron a decir que ahora qué hacíamos, que este mundo sin diversión era muy aburrido y tal.
Harry empezó a preguntarme por Cait y Marta.
-Joder Harry tío, si tanto las quieres ver, pues vamos a buscarlas al instituto-le dije, cuando estuve hasta el moño de oírle.
-¡Pues vamos! ¿Qué estamos haciendo perdiendo el tiempo aquí? Vamos Chris, tú conduces.
-Harry, puede que seas el esclavo de Niall, pero no pienses que me vas a esclavizar a mí.
Zayn y Liam reían, comentando que les caía bien y tal y a Niall se le hinfló el pecho de orgullo por algo que no supe identificar.
De nuevo con Harry, Niall y Zayn en el coche, nos dirigimos al instituto y llegamos cuando acababa de sonar el timbre.
Nos apoyamos todos en los coches, esperando a que mis amigas salieran, cuando salió alguien a quién no deseaba ver.
Drake.
-¡Ah! ¡Está ahí! ¡Va a verme! ¿Qué hago, qué hago, qué hago?
-¡Escóndete!-dijo Harry.-¡Tras el coche!
Así lo hice.
Niall también se escondió.
-¿Qué haces tú aquí? Este es mi escondite.
-Comparte, anda.
Reí al ver su cara de pena.
Zayn nos avisó cuando Drake se fue y salimos de detrás del coche justo a tiempo de ver a mis dos amigas.
Corrí a abrazarlas a las dos.
-¡Christine!
-¡Hola!
-¿Se puede saber dónde diablos te metiste? ¡Preguntaron por ti todos los profesores!
-¿Y eso qué importa, Cait? Oh, vamos, olvídate de eso y vamos con los chicos, que están ahí, esperando.
Les señalé los coches y les vieron.
Ni que decir tiene que ambas me cogieron, cada una de un brazo, y me llevaron arrastrando hasta allí.
Empezamos todos a hablar y no sé por qué en la conversación salió mi casa y dije que si querían, podíamos ir todos allí a comer, que allí nos sobraría espacio.
La idea fue bien acogida por todos, que querían conocer la casa (menos por los que ya la conocíamos, osease, Marta, Cait, Niall y yo) y nos dirigimos hacia allí.
Shannon salió a recibirnos a todos y no hacía más que ladrar, rodar por el suelo y correr de aquí para allá, contenta de que hubiera venido tanta gente. En seguida hizo buenas migas con todos, aunque Louis se hizo su amigo incondicional. Apenas se separó de ella en todo el día.
Pasamos y, cuando Casey nos vio, casi le da algo, pero le dije que no se preocupara, que se tomara el día libre que papá no estaba en casa y cogió y se fue, dejándonos.
Les enseñé a todos la casa, lo cuál nos llevó un rato bastante grande.
Después de la visita guiada y de haber tocado algo con el piano (ellos me obligaron) acabamos de vuelta en la cocina.
Insistí que, aunque era mi cocina, nada sabía yo de cocinar y les dejamos esa ardua tarea a Harry y a Cait y a Liam, que supervisaba, mientras que los demás ibana  su libre antojo por la casa, examinándola de nuevo y Niall y yo nos tumbábamos en los sillones del salón.
-Niall...
-¿Mm?-dijo, mirándome.
-Nada, sólo quería que me miraras.
Los colores asomaron tímidamente en sus mejillas y yo reí.
-En realidad quería decirte que gracias por cumplir tu promesa.
-¿Cuál de todas las que te hice, te hago y me quedan por hacerte?
Sonreí.
-La de hacerme salir de la rutina de mi vida. En serio, gracias.
-Hacía mucho que no me dabas las gracias. Debí suponer que no aguantarías mucho más.
-¡Encima que te doy las gracias!-dije, dándole un empujón sin fuerza.
Empezamos a hacer el tonto un poco, hasta que Ash apareció y dijo que podíamos ir a comer.
-¡Comida!-dijo, echando a correr y dejándome tirada en el sillón.
-¡Eh!-me quejé.-Hay que ver lo rápido que te olvidas de mí...
Entró corriendo, me agarró del brazo y, al grito de "¡Comida!" me llevó, arrastrando, hasta la cocina.
Comimos mientras escuchábamos a Marta y a Cait, que nos contaban cosas de Drake.
-Lo de la pelea ha sido lo más hablado en el día de hoy.
-Sí, y creo que lo será en varios días.
-Eso le ha hecho aumentar su popularidad.
-Más de lo que ya lo era antes.
Niall me miró.
-A ver si así te deja en paz de una vez...
-No cuentes con ello-le dijo Marta-Lo primero que ha hecho esta mañana ha sido preguntarnos por ti, Chris.
-Jodido pesado.
-Chris.
-Lo siento Liam.
Nos reímos.
Nos pasamos toda la tarde en casa.
Estuvieron probando todas las máquinas del "gimnasio", les dejé raquetas y pelotas y jugaron todos al tennis (a Niall, como aún le dolía algo el cuerpo, no jugó y él y yo nos dedicamos a estar tumbados en el césped, hablando, hasta que nos hicieron hacer de árbitro ya que, según ellos, Harry era un tramposo). Después, jugamos todos con Shannon, pasándonos un disco que ella tenía que atrapar, pero a Louis le dio pena que, según él, "nos riéramos de ella de esa manera", le dio el disco y se tiró al suelo a jugar con ella mientras Ash negaba con la cabeza y decía que como ha podido enamonarse de alguien así.
Jerry se dejó caer por allí y, quitando la red, se pusieron a jugar a un 21 con una pelota de baloncesto que les saqué. Ya dije que tenía de todo. Cait y Marta dijeron que con falda no jugaban, así que se sentaron a animar cuando Harry les ganó y decidieron dividirse en dos equipos y echar un partido.
Niall me cogió del brazo.
-Ven.
Me dejé arrastrar hasta la habitación del piano.
-¿Tocarías otra vez para mí?
Sonreí.
-¿Hay algo que yo no haría por ti?
Rió mucho con eso.
Me senté en el asiento y le dejé un sitio para que se sentara al lado.
Estuve tocando las canciones que más me gustaban y él no decía nada, se limitaba a mirarme y escuchar, hasta que los demás aparecieron, atraídos por el sonido del piano.
Tiempo después, Cait y Marta dijeron que tenían que irse ya, que al contrario que otras (me miraron a mí) no podían tomarse unos días sabáticos y tendrían que madrugar.
Harry y Liam insistieron en acompañarlas y a mí se me ocurrió una fantástica idea.
Le cogí del brazo a Niall para llamarle la atención.
-¿Te quedarías conmigo hoy?
-¿Qué?-dijo, sonriendo.
-Mi padre no está y sólo estaría con Shannon y Jerry. Yo misma te llevaré mañana al estudio.
-Por el estudio es por lo que menos me preocupo en estos momentos.
Le sonreí a mi vez.
-¿Entonces? ¿Eso es un sí o un no?
-Es un sí muy rotundo.
Nos estábamos despidiendo ya, cuando decicí decirlo.
-Zayn.
-¿Si?
-¿Puedo quedarme a Niall? ¿Eh? ¿Puedo? Sólo por esta noche, por favor-dije, poniéndole ojitos.
Se rió.
-¿Qué pasa? ¿Qué quiere?-le preguntó Harry.
-A Niall.
Rió.
-Pero eso ya lo sabía yo.
-Eh, yo he dicho que si podéis dejarme a Niall aquí, nada más.-dije, fingiendo indignarme.
Finalmente Liam dio el consentimiento oficial y todos se fueron, llevándose a mis dos amigas (Louis intentaba llevarse a Shannon en brazos pero esta era demasiado grande y pesada) y sólo nos quedamos Niall, Shannon, Jerry por la casa perdido y yo.
-Bueno-dijo, apoyándose en una pared-Aquí me tienes, tú dirás qué quieres hacer.
-¿Tienes hambre?
Se separó al momento de la pared.
-A veces pienso que me lees la mente.
Reí.
-Quizá lo haga. Yo había pensando cena, película y helado. Lo normal en nosotros. ¿Te hace?
-Me hace.
Nos dirigimos a la cocina.
-¿Y qué película quieres que veamos esta vez?-preguntó.
-Había pensado Los Juegos del Hambre.
-¿Qué? ¿En serio?
-Sí, ¿no te gusta? Podemos cambiar.
-¿Qué? ¡No! Esa película es perfecta. Cenaremos y comeremos helado mientras en la película se mueren de hambre.
-¡Ala! ¡Qué malo eres!
Él rió.
Decidímos hacer unas pizzas (ya que era lo único que yo sabía hacer) y, una vez que estuvieron hechas, cogimos Coca Cola y los helados y subimos todo arriba a mi habitación.
Acercamos una mesa al sillón y ahí lo pusimos todo.
-Quizá antes de empezar quieras ponerte cómodo.
-No tengo con qué cambiarme.
-¿Cómo que no?
Fui hacia mi mochila y saqué su camiseta azul de "Free hugs".
-Puedo prestarte esto, pero con los pantalones, no voy a poder ayudarte.
-Oh, no importa.
Cogí mi pijama, una camiseta de tirantes negra y unos pantalones cortos grises y me dirigí al baño.
-Dame un minuto.
-Te doy los que quieras.
Sonreí y cerré la puerta tras de mí.
Al salir, cambiada, él estaba con la camiseta puesta, sin pantalones, con unos bóxers negros, sentado en el sillón, esperando.
¿Por qué tenía que verles a todos en calconzillos?
Negué con la cabeza.
-¡Te echaba de menos!-dijo, cuando aparecí al lado del sillón.
-Anda ya, mentiroso.
Cogí el dvd y lo puse.
-No miento, es la verdad.
Me senté a su lado.
-Está bien. Te creo. ¡Oh, la luz!
Me levanté y la apagué.
Puse la película.
-¿Llorarás?-preguntó.
-Aquí no creo.
-Jajajaja. Aquí no sale Jack. Comprendo.
Reí.
Empezamos a atacar la pizza y a ver la película.
"Podemos hacerlo.
¿El qué?
Huir.
Nos cogerían.
Quizá no".
Cuando Katniss y Gale dijeron eso, miré a Niall.
Podía huir con él. Él viajaba mucho y yo podría ir tras él, siguiéndole. No tenía que seguir con mi padre por más tiempo. Pero no, papá jamás me dejaría. ¿Quién ha dicho que tuviera que dejarme? Podía huir, y no miraría atrás. Pero papá me cogería. Al final me acabaría atrapando.
"Quizá no"
Cuando acabamos con la pizza, le pasé por las piernas por encima, como la primera vez y compartimos una tarrina de helado de fresa.
-Peeta se parece a ti-observé.
-Pues tú te pareces a Glimmer.
-¡Oh, no! ¡Voy a tener una muerte horrorosa!
-Y yo perderé una pierna. 
-Me vas a comparar eso a que te piquen rastreavíspulas hasta la muerte.
-¿Sabes? Creo que aunque seas parecida a Glimmer, eres más una Katniss.
-¿Por tener un amigo igual a Peeta?
Rió.
-Sí. Pero más porque sé que eres como ella. Si a mi me cogieran para los Juegos, me gustaría que me cogieran contigo.
Me le quedé mirando antes de responder.
-Ganarías fácil. Yo moriría en la Cornucopia.
-¿Piensas que permitiría eso?
-No lo sé, lo que sé es que yo no permitiría que te hicieran daño a ti, profesional, no profesional, rastreavíspula o sinsajo.
Me sonrió y me hizo reír.
-¿Qué?
-Que me dices cosas muy bonitas y al final voy a llorar yo.
-¡Anda ya!-dije, empujándole y riendo.-¡Serás tonto!
-¡Calla sinsajo!
Seguimos viendo la película, pero ahora que él me había metido en la cabeza que éramos los personajes principales, no podía dejar de vernos así y, cada vez que salía, o bien Peeta o bien Katniss, sin querer, mi mente los sustituía por nosotros dos.
Al final, no cumplí lo que dije y, en la muerte de Rue, acabé llorando.
Él me abrazó y ya no retiró el abrazo durante lo que quedaba de película.
"Entonces, ahora que me tienes, ¿qué vas a hacer conmigo?"
"Recuerda que estamos locamente enamorados así que puedes besarme cuando quieras".
"¿Qué pasaba por tu cabeza cuando sacaste esas bayas, Katniss?
No...No sé. Es que... No podía soportar la idea de... Vivir sin él."
"¿Qué haremos cuando regresemos?
Olvidar. Tratar de olvidar.
¿Olvidar? ¡Yo no quiero olvidar!"
Y la película acabó.
-Wow. Ya estoy deseando ver la segunda parte.
-Una pena, Niall-dije, mientras me dirigía a apagar la tele y demás-Porque aún la están rodando.
-Una lástima, sinsajo.
-Cállate, panadero. Tú a hacer pan.
-¡Eh! Seguro que más de un guantazo me darían por comerme el pan...
-Pues seguro.
Mientras llevábamos las cosas abajo, se puso a silbar la canción de Rue. Por una parte, para hacerme de rabiar, ya que sabía que yo no sabía silbar y por otra porque sabía que me gustaba la canción.
-¿Y cómo acaba?
-¿Cómo acaba qué?-dije, sin entenderle, mientras subíamos de nuevo.
-El final de Los Juegos del Hambre, digo.
-Léete los libros.
-Quizá lo haría si tuviera tiempo, pero como comprenderás, soy una persona ocupada.
-Y no me digas, quieres que yo te lo cuente.
-Premio.
-Es algo largo de contar.
-No tengo ninguna prisa.
-Bueno, está bien. Tú ganas.
Entramos en mi cuarto y me tiré sobre la cama.
Él se tumbó en el sillón.
-¿Qué se supone que haces?-le pregunté.
-Me preparo para escucharte y después dormir, ¿por?
-¿Qué te dije de dormir en los sillones?
-Pensé que quizá estabas de broma.
Reí.
-Esa vez no. Ven a dormir conmigo.
Mientras se levantaba del sillón, intenté mover a Shannon, que se había tumbado, como siempre hacía, en su lado de la cama.
-Eso si Shannon me deja.
-Que sí, ya verás como sí te deja un hueco.
Mirándome mal, se bajó de la cama y se fue, con aire orgulloso, a tumbarse en la alfombra, justo al lado de la cama.
-¿Ves?
Rió y se tumbó a mi lado.
-Bueno, venga, cuenta que pasa con nosotros, digo, en los libros.
Sonreí y empecé a contarle los dos libros restantes.
-Así que perdí una pierna, intenté matarte y me volví loco.
-No estabas loco.
-¿Cómo llamas tú agarrarte a una silla mientras gritas cosas incompensibles?
-Emm... Alguien hiperactivo, quizás.
Rió.
-¿Y a los niños no los describe?
-No, no lo hace.
-Qué pena. Hubiera estado bien saber cómo son.
-A mí me hubiera gustado saber qué ocurrió con Gale.
Gale. Que me recordaba tanto a Connor. ¿Qué habría sido de los dos?
Niall entendió perfectamente a lo que me refería.
-Si no le mencionan, es porque no acabó bien. A la gente no le interesan los finales tristes.
-Para final triste, el de Titanic.
Reímos los dos.
-Quizá debamos dormirnos ya. Mañana tienes que ir al estudio.
-¿Eso quiere decir que volverás a escaparte del instituto?
-Sí, eso mismo.
-No sé si deberías hacer eso...
-Niall, ahora estoy haciendo lo que yo quiero, sin rendirle cuentas a nadie. ¿No es eso lo que querías? Con los estudios que tengo es suficiente para trabajar de cualquier cosa y mi padre, con tan sólo chascar los dedos, puede conseguirme cualquier cosa. No estoy preocupada por mi futuro, sino por mi presente.
-¿Y por qué por tu presente?
-Porque quiero aprovechar todo el tiempo que pueda a estar con vosotros.
Evité intencionadamente el decir "el estar contigo".
Él sonrió.
-Nosotros no nos iremos a ninguna parte, ¿me entiendes? No vamos a desaparecer.
-Gracias.
-¿Qué te dije de dar las gracias?
Apagué la lámpara y le di la espalda.
-Cállate y duerme, panadero.
-Habló la sinsajo.
-Al menos ya no me llamas rubia.
-Buenas noches, rubia.
Le gruñí y el rió.
Miré la pared, ya que estaba contra ella, sabiendo que él estaba a unos cuántos centímetros. Nuetros cuerpos no se tocaban, pero le notaba cerca.
Y entonces silbó la cancioncilla de Rue.
Me giré para mirarle y vi que estaba mirando el techo, pero desvió los ojos para mirarme y sonrió.
Entonces Shannon decidió que ella en la alfombra no quería estar, se subió a la cama y se metió en la cama, junto con Niall y conmigo.
-Dichosa y caprichosa, Shannon-dije.
-Al menos no es un muto, no te quejes.
-Quizá debí haber elegido otra película. Te vas a obsesionar.
-¿Yo? ¿Obsesionarme? Estoy mentalmente desorientado.
Rompí a reír y Shannon, que no se estaba quieta, decidió quitarse de en medio y se echó al pie de la cama.
-A ver si te estás quieta ya.
-No encontrará la postura, pobrecilla.
-Niall, ya para. Me duele todo el cuerpo de reírme.
-Ah, pero, ¿qué eso es posible?
-Yo que sé. Duerme.
Rió.
-Vale, vale.
Sin embargo, tanto el uno como el otro tardamos bastante en dormirnos.
Yo, porque no dejaba de darle vueltas a algo que no podía ser. Que no tenía sentido. Que, aunque lo tuviera, no cabría posibilidad de que saliera bien. Que no tenía que sentir, pero que sentía. Y tenía que ver con el irlandés que tenía al lado.
Él, vete a saber por qué.
-Chris, ¿te has dormido?
-No, ¿y tú?
-Creo que no, a no ser que hable en sueños.
Reímos.
-Dime una cosa. ¿Soy el primer chico que duerme contigo? ¿Vuelvo a ser especial?
-No, lamento decirte que en este caso no. Connor ya estuvo aquí un par de veces.
-Ah, Connor.
-Pero sólo dormimos, nada raro, eh. Que además estaba Shannon delante, siempre.
-No me cansaré de decirte que vives rodeadas de espías.
-Sí, ¿quién sabe? Quizá tú seas uno...
Nos reímos los dos.
-Bueno, eres especial si decimos que eres el primer irlandés con el que duermo.
-Soy tan especial. Pero técnicamente aún no hemos dormido...
-Cierto. Buenas noches.
Pasado otro rato, tanto él como yo, nos dormimos.
No paraba de darle vueltas a eso. No podía ser y no sería. Lo de Connor no volvería a repetirse. No volvería a sufrir por... Por algo así.
Tumbada en mi cama, con Niall a menos de un par de centímetros de mí y con Shannon a mis pies, no podía ni imaginarme que, en breve, se desataría la tormenta que tanto había temido y que esta, a diferencia de las demás, después de ella no habría calma.

¡Hola a tod@s! Aquí estoy otra vez. Lamento muchísimo, en serio, el tiempo que he tardado en subir, pero es que estoy muy ocupada con el instituto, sé que me comprendéis. Como siempre digo, escribiré cuando pueda y no, no voy a dejar ninguna novela. Gracias por todo y espero que el 9 os haya gustado tanto como a mí.
@Cris_Jbieber xx