lunes, 29 de julio de 2013

Capítulo 15

No podía creer que hubiera sobrevivido a esos dos días más sin Niall.
Simplemente, no podría creerlo.
Habíamos quedado en que le esperaría en casa, pero estaba demasiado impaciente por verlo.
Además, quería darle una sorpresa.
Conduje hasta el aeropuerto y esperé donde sabía que saldrían.
Había más chicas como yo esperando, directioners, seguramente.
El corazón estuvo a punto de salírseme del pecho cuando le vi aparecer, arrastrando su maleta.
Tenía su mirada posada en el móvil.
Y entonces se me ocurrió algo.
Cogí mi móvil y le dije "Levanta la cabeza ;)"
Vi cómo leía el mensaje, se sorprendía y hacía lo que este le pedía.
Y entonces me vio.
No sé bien cómo ocurrió, fue todo demasiado rápido, sólo sé que un segundo antes estaba ahí, de pie, mirándole y al siguiente estábamos fundidos en un abrazo.
De nuevo en mi casa, recordé todo lo que habíamos tratado de decirnos, pero no nos habían salido las palabras y quedamos en vernos más tarde para decirnos todo aquello que queríamos.
-Tú hoy no sales.-dijo mi padre cuando le informé de mis intenciones.
-¿Y eso por qué razón?
-Porque yo no quiero y esa ya es suficiente razón.
-No, no lo es. Dame una razón de peso y yo no saldré.
-Chris, pasamos poco tiempo juntos.
-Pasamos juntos el tiempo suficiente.
-No sales, fin del tema.
Ni me molesté en enfadarme, ¿para qué? Aquello me resultaba demasiado sospechoso.
Había salido cuando me venía en gana mientras no había estado Niall y, ahora que él volvía, ¿me venía con estas?
Por supuesto, no informé a Niall de esto.
Iba a salir con él sí o sí.
Pero mi padre debió de preveer eso y decidió ponerme obstáculos.
Y uno bastante difícil de superar.
Connor.
-¿Qué haces aquí?
-Tu padre me invitó a cenar. ¿No te alegras de verme?
-¿Tengo que decir la verdad?
Se rió.
Shannon fue a saludarle y yo la miré como diciendo "no hagas eso".
Estuvimos en mi cuarto hablando (tenía que fingir) hasta que miré el reloj y vi que se acercaba la hora en la que había quedado con Niall.
-¿Bajamos abajo con mi padre? Seguro que también querrá hablar contigo.
-Claro.
-Oh, bajo en seguida, me vestiré.
-Pero si ya estás vestida.
-Pero me vestiré mejor.
-Como quieras.
Cierto es que me cambié de ropa, pero, en vez de bajar con ellos, abrí la ventana y me salí por esta.
Sí, mi cuarto estaba en un segundo piso, pero sabía cómo tenía que bajar para no hacerme daño.
Una vez en el césped, miré a Shannon, que ladraba por la ventana y corrí hacia la verja.
Niall ya estaba allí con el coche, esperando.
-¡Vámonos, corre!-dije, metiéndome en el coche.
Sin preguntar nada, arrancó y nos fuimos.
-Tenías razón, hay algo sospechoso en todo esto.
Y le conté lo que había pasado con mi padre y eso.
Él negaba con la cabeza.
-¿Qué pasa, Niall?
-Te sacaré de aquí, te lo prometo. La próxima vez que me vaya, irás conmigo.
No dije nada, aunque mis ojos brillaban de emoción.
Cuando aparcó el coche, me miró por unos segundos.
-No vamos a dejar que esto nos amargue la noche, ¿verdad?
-Por supuesto que no.
Pero nada más salir del coche, vimos una moto bien conocida por nosotros y alguien sobre ella.
Connor.
Movida por un instinto, le agarré de la mano y echamos a correr, como aquella primera vez que huimos de nuestros respectivos guardaespaldas.
Connor no dudó en seguirnos, subiéndose por la acera y todo.
Por suerte, me conocía bien aquellas calles y, confundiéndonos con la gente que pasaba, cosa que obligó a Connor a ir de nuevo por la carretera, conseguimos perderlo, escondiéndonos tras unos contenedores.
-¿Así siguen las cosas por aquí?-dijo, tomando aire.
-Ya lo ves.
Esperamos un rato, pero no apareció.
-¿Volvemos?
-Sabe que tienes el coche allí, ¿y si está esperando?
-Si me busca, me va a encontrar.
-Dudo que la que busca sea a ti-dije, con lástima.
Para gran sorpresa nuestra, Connor no estaba allí, esperando al lado de coche.
Había desaparecido.
-Esta carrera me ha abierto el apetito.
-¡Tú siempre tienes hambre!-dije, riéndome.
Cenamos los dos sin interrupciones, ni Connors, ni nada por el estilo, hablamos ampliamente de todo lo que había pasado en su ausencia, tanto lo que había vivido él, como lo que había vivido yo.
-Me he fijado en que llevas el sinsajo.
Agarré el colgante y lo miré.
-Sí, no me lo he quitado en todo este tiempo.
-¿Tanto te gustó?
-Tanto quería acordarme de ti.
Él sólo sonrió.
De nuevo en el coche, me preguntó adónde quería que me llevara.
-Nada me gustaría más que irme contigo y con los demás, a los que apenas he visto, pero creo que debo volver a casa e intentar averiguar qué hay con mi padre.
-Haces bien. Acuérdate de mantenerme informado.
-Por supuesto. Somos un equipo.
-¿De espías?
-O al menos lo intentamos.
Los dos nos reímos.
Cuánto había extrañado yo estos momentos.
Ojalá no volvieran a faltarme nunca.
Detuvo el coche en la verja, como siempre.
-Tu parada, señorita-dijo, diciendo la última palabra en español.
Reí.
Bajó del coche y me abrió la puerta, tendiéndome una mano.
-¿Cuándo volveremos a vernos?-pregunté.
-Ahora estaré aquí, como siempre, por un tiempo. Así que las cosas serán como antes.
-Tal y como yo quería. No podía ser esto mejor.
Él sonrió y nos abrazamos, aunque me separé un poco para mirar el rostro que tanto había echado de menos.
Solamente la idea de que él volvería me había mantenido en la prisión que era mi casa. Si no, ya haría tiempo de que me hubiera marchado.
Y no podía aguantar por más tiempo.
Tenía que hacerlo.
Le besé, le besé con ganas.
Él al principio no reaccionó, pero luego me atrajo hacia sí y me correspondió el beso.
En ese instante, ninguno de los sabíamos, ni tampoco nos importaba, que aquello desencadería una serie de sucesos que no nos harían ningún bien a ninguno de los dos.
Ese beso era el principio del fin.
Nuestro fin.



Aquí estamos con otro (corto) capítulo, pero es el que inicia la segunda temporada.
He leído todos y cada uno de vuestros comentarios y es el último comentario del capítulo 14 el que me ha emocionado de una manera muy especial y me ha hecho, en unas dos horas, escribir este capítulo y recordar todo lo que tenía preparado para vosotras.
Siento la espera y sé que nada de lo que pueda decir podrá excusarme de no haber escrito, pero puedo arreglar eso volviendo a como antes.
No me olvido, ni me olvidé de vosotras.
Para nada, en absoluto.
@Cris_Jbieber
Gracias por esperar y ser tan fieles.




viernes, 22 de marzo de 2013

Capítulo 14


-Aún no puedo creeme que te marchas. Y eso que lo estoy viendo, te veo con el equipaje, te veo aquí, a punto de irte... Y aún así no puedo creerlo.
Niall soltó la maleta que llevaba agarrada en la mano en el suelo y me atrapó la cara entre sus manos.
-Eh, ya sabes que sólo es por unos días. Piénsalo, podría ser peor.
-¿Y qué aunque sólo sean unos días?-dije, apartando la mirada de sus ojos-Para mí será una eternidad.
-También para mí.
Volví a clavar la vista en sus ojos.
-Creí que dijiste que me llevarías contigo.-dije, con un tono de voz acusador.
En mi fondo, me sentía traicionada.
Me había hecho muchas ilusiones pensando que Niall me sacaría de mi vida, me alejaría de mi ciudad y de mi padre. Pero todas se me habían roto al saber que él se marchaba sin mí, que yo no estaba incluida en sus planes.
-Es cierto, lo dije. Y lo haré.
-¿Y entonces por qué no me voy con vosotros?
-Ya hemos hablado de eso.
-Pero yo sigo sin entenderlo.
-Chris, son sólo unos días y tú tienes cosas que te atan aquí. Cuando nos marchemos de verdad y te hayas desecho de esas atadauras, te llevaré conmigo, te lo prometo. Y sabes que es verdad. No discutas más.
-Está bien...-dije, mirando hacia abajo, sintiendo que había perdido la batalla.
Me atrajo hacia él y me abrazó, después, se separó y cogió la maleta que había dejado en el suelo.
-Te llamaré. Y no te olvides de vernos.
-¿Cómo iba a olvidarme yo de eso?-dije, sonriendo con angustia.
Él me sonrió por última vez en unos días, se agachó, dejó un beso en mi mejilla, se dio la vuelta y echó a andar hacia donde estaban los demás, que se habían adelantado para permitirnos despedirnos.
Una vez que llegó, se giró y se despidió con la mano.
Tras eso, ellos se marcharon.
Y yo me quedé allí sola, de pie, de brazos cruzados un buen rato, echando de menos a alguien que aún no se había ido. O, al menos, no del todo.
(...)
Monté en el coche sin ganas, sin saber qué hacer, ni a dónde ir.
No quería ver a nadie, ni hablar con nadie, ni hacer nada.
Sólo quería esperar.
Arranqué y conduje con parsimonia por las calles harto conocidas, persiguiendo recuerdos.
No sé cuándo tiempo estuve exactamente conduciendo, pero tampoco me importó.
Debería ir al instituto, pero... ¿Acaso importaba eso?
Dejé el coche en casa y me fui a pasear por ahí, sin importarme nada.
Después de todo, lo único que me importaba, se había marchado.
(...)
Cuando volví a casa, ya había anochecido.
-¿Dónde has estado?-me preguntó mi padre-¿Y por qué no cogías el teléfono?
-¿Y eso qué más da? La cosa es que estoy aquí, ¿no?
Subí corriendo a mi cuarto y cerré de un portazo.
No quería contarle que me había pasado horas muertas en el parque, tumbada en el mismo césped donde estuve con Niall, porque tendría que decirle el por qué lo hice y él no lo entendería.
Me tiré sobre mi cama, frustrada y me di un golpe con una cajita que estaba sobre esta.
-¿Mm?
Miré a Shannon como si en ella fuera a encontrar la respuesta a mis preguntas.
Por supuesto, no fue así y solo obtuve un ladrido, como si ella me apremiara a abrir la caja.
La abrí, con miedo.
¿Sería otra de las sorpresitas desagradables de Connor? Ya me daba miedo.
Cogí de su interior un papel doblado varias veces.
Se me encogió el corazón al reconocer la letra.
"Encontré esto el otro día en una tienda y me acordé de ti.
Quería dártelo, pero no sabía cuando, así que... Bueno, aquí te lo dejo.
Espero que te acuerdes de mí :)
Niall H."
Metí la mano y no pude evitar sonreír al sacar lo que había en el interior de la caja.
-Este chico...
Era un sinsajo.
Descubrí que era un colgante y procedí a colgármelo al cuello rápidamente.
Una vez que lo hice, cogí el sinsajo y lo miré con detenimiento.
Tuve que morderme con fuerza el labio para aguantar dentro de mí las lágrimas que pugnaban por salir.
Con o sin sinsajo, yo igualmente me hubiera acordado de Niall.
(...)
Vestida con mi uniforme y con la mochila al hombro, bajé al día siguiente y pasé por la cocina.
-Ey, buenos días-dijo mi padre.
-Buenos días-dije, mientras cogía una naranja, la examinaba y la volvía a dejar en su sitio-Me voy al instituto.
-¿Sin desayunar?
Me encongí de hombros.
-Hum, no hay hambre.
-Eso no está bien Christine, tienes que comer o te quedarás en los huesos-djo Casey, reprimiéndome y pellizcándome un costado-Y ningún chico te querrá.
Me reí.
-Eso estaría bien.
Tanto Casey como mi padre se quedaron algo confusos por mi respuesta, pero yo ya salía de la cocina cuando mi padre me llamó.
-¡Christine! ¿Y ese colgante?
Me detuve en seco.
Papá nunca me preguntaba por nada. Apenas se preocupaba por nimiedades. Pero, sin embargo, preguntaba por el colgante.
Suspiré.
-Es un regalo, papá.
Y sin esperar nada más, salí de allí antes de que pudieran hacerme más preguntas.
Jerry estaba apoyado sobre mi coche.
-¿Qué pasa?-le dije.
-Oh, hace mucho que no doy una vuelta.
-No te pagan para dar vueltas.
-Cierto, me pagan por estar contigo. Y, últimamente, estamos fallando en eso. Si lo nuestro ya no funciona, puedes decírmelo.
Me reí.
-Jerry estás fatal. Pero sube, total, tú verás, luego tendrás que volver andando.
Yo conducía, por supuesto.
Salí del garaje y seguí el camino hasta el instituto, aunque me desvié.
-Por aquí no se va a...
-Lo sé-dije, cortándole.
Detuve el coche frente al portal de Niall y los chicos.
-No están.
-Lo sé.
-¿Y entonces qué hacemos aquí?
-No lo sé.
Después de unos minutos de silencio, arranqué el coche y nos fuimos al instituto.
(...)
Decir que allí se alegraron de verme sería mentir, pero yo en eso ya me estaba volviendo toda una experta.
Ese día nos lo pasamos Marta y yo solas, ya que Cait no se separaba de Drake, que me miraba raro. Pues allá él.
-Y entonces ahí estaba el colgante, en la caja.
-AY QUÉ BONITO.
-Pero no llores, Marta.
-Que yo me emociono muy rápido.
-JAJAJAJAJAJA.
A la salida, busqué mi coche, pero no lo encontré por ninguna parte.
Al contrario, al que vi fue a Connor, apoyado en su moto.
Supe que esperaba por mí, ¿a quién si no? Así que, aunque no quería, tuve que acercarme a él.
-¿Qué quieres?-le dije, escupiéndole las palabras, a modo de saludo.
-Esto te lo ha dado él, ¿verdad? Sinsajo, claro...-dijo, cogiéndome el colgante.
Retrocedí para liberar mi tesoro de sus garras y él se limitó a sonreír.
-Qué. Quieres.-repetí.
¿Y cómo demonios sabía él que Niall me llamaba sinsajo? ¿Por qué diantres Connor sabía tanto sobre nuestras cosas privadas? Eso nadie apenas lo sabía.Creo que ni tan siquiera mi padre.
-Sólo quería disculparme por lo de ayer.
Abrí los ojos desmesuradamente.
-Ah, ¿y crees que con una disculpa se soluciona todo?
-No, pero...
-¿Pero?
-No sé, tenía que intentarlo.
-Ah, claro, tenías que intentarlo.
-Sí, y como sé que me vas a perdonar, pues...
-¿Y qué te hace estar tan seguro?
Él sonrió y se encogió de hombros.
-Ah, no sé. ¿Acaso no lo vas a hacer?
-Mm, sí, pero si me prometes no volver a hacerlo nunca más.
-Prometido.
-Está bien...
-Y ahora sube.-dijo, indicándome la moto.
-¿Qué? Tengo que esperar a J...
-No vendrá. Vine yo en su lugar.
Le miré entrecerrando los ojos.
-Eres imposible.
Mas subí a la moto.
Connor me dejó en casa, con la promesa de que ya me llamaría.
Pues podía quedarse con su promesa, si soy sincera.
Llevaba buena parte de la tarde haciendo deberes cuando me sonó el teléfono.
Me lancé contra él de un salto, pensando que sería Niall, pero era Cait.
-Oh, bueno. ¿Si?
Me contestó una Cait nerviosa, la cual articulaba las palabras muy rápido y apenas podía entenderla.
-Cait, no te entiendo, tranquila...
Y entonces entendí el por qué de su nerviosismo. No estaba nerviosa. Le pasaba otra cosa.
Drake le había dejado.
Me vestí, bajé al garaje, me subí al coche y conduje hasta la casa de Drake.
Me abrió su madre.
-¿Buscas a Drake?
-Em, sí... Cosas de clase, ya sabes.
-Creí que no íbais a la misma clase.
-Y no vamos, pero hay algo que no entiendo y quizá él me pueda explicar.
-Claro.
Me indicó dónde podía encontrarlo.
Cómo no, en su gimnansio, cómo no.
Me encaminé hacia él.
Drake estaba corriendo en la cinta y, al verme, se detuvo y se acercó a mí, con una sonrisa en la cara.
-Eh, rubita, ¿cómo tú por...?
Antes de que pudiera continuar, le agarré del cuello de la camiseta y le estampé con toda la fuerza que pude contra la pared, como una vez él hizo conmigo.
Él al principio se mostró sorprendido, pero luego dejó asomar de nuevo su típica sonrisa en sus labios.
-Uh, ¿has venido guerrera, eh?
-¿Qué te dije acerca de Cait, Drake? ¿Qué te dije?
Él fingió que lo pensaba por un momento.
-Mm, no lo sé, me has dicho tantas cosas...
Le aplasté más contra la pared.
-¿Y no te suena que te dejé bien claro que no debías de hacerle daño? ¿Eh?
-Mm, es posible que lo mencionaras.
-¿Y entonces por qué no me has hecho caso?
-Si estaba con ella, estaba mal, la hacía daño. Si la dejo, la hago daño. ¿Se puede saber qué es lo que querías que hiciera?
Aquella respuesta me dejó descolocada.
Él tenía razón.
Drake aprovechó ese momento de duda para cogerme de los brazos y rodar, poniéndome a mí contra la pared y poniéndome los brazos contra la pared, bien sujetos por sus manos.
Sonrió.
-Vaya, mira quién está ahora así.
Fruncí el ceño en una mueca.
-¿Sabes? El caso es que la última vez que hablamos, supe que tenías razón. No siempre todo es la apariencia. Cait no tenía sentido, como no lo tenía continuar con eso.
¿Estaba escuchando bien? ¿Esas palabras estaban saliendo de la boca de Drake? ¿Era posible que él hubiera cambiado? Si Connor había podido dar ese gran cambio Drake... No.
-Pero parece que, por una vez que quiero hacer lo correcto, vuelvo a hacer las cosas mal.
-No, esta vez has hecho bien. Por una vez en tu vida.
Él sonrió.
Sentí que se inclinaba y, como no tenía deseos de saber para qué, le pegué un cabezazo.
Me soltó entonces los brazos y ambos nos llevamos las manos a la cara.
-Ah, qué bruta.
-Eso era contacto físico no deseado.-dije, frotándome un lado de la cara.
-Si supieras quién mataría por ese contacto...
-¿Alice?
Ambos nos miramos y nos reímos.
Paré de reír.
¿Estaba riéndome con Drake? Creo que el cabezazo me había hecho daño a la cabeza o algo.
-Bueno... Pues ya he hecho lo que he venido a hacer, será mejor que me vaya.
-¿Viniste a darme un cabezazo?
-Bueno, vine dispuesta a algo peor, pero...
-¿Y si te quedas?
-¿Para que intentes hacerme algo raro? ¿Estás loco?
Él sonrió y negó con la cabeza.
-No, lo prometo. Mira... Siento las cosas que te dije y te he hecho antes, pero... Lo siento.
-¿Te estás arrepintiendo o es un sueño?
Rió.
-Quiero cambiar.
-¿Y qué es lo que te ha hecho querer dar ese cambio?
-¿La vida?-dijo él, encogiéndose de hombros-Vamos, sólo quiero hablar como personas normales un rato. Nada más.
-Bueno, supongo que eso no me matará, está bien.
Fue algo muy raro eso de pasarme el resto de la tarde en el gimnasio de Drake, hablando con él de mis temas mientras él se ejercitaba.
-¿Y te secuestró?
-Si podemos llamarlo así...
-Mm, a mí no se me habría ocurrido.
-¡Eh!
-Y el duende dices que se ha ido.
-¿Duende? ¿Niall?
-Es que tiene cara de duende.
-¿Y tú de qué tienes cara?
-De sexy.
-Ja, vale.-miré el reloj-Será mejor que me vaya. Vine a darte una paliza y tanto no se tarda. La gente pensará que me estoy deshaciendo de tu cadaver o algo.
Drake se rió.
-Está bien. Me ha gustado hablar contigo sin... Ya sabes.
-Sí, es curioso, pero a mí también. Cuando no intentas abalanzarte sobre mí a cada segundo, tienes tu encanto.
-Es lo que llevo intentando demostrarte bastante tiempo.
-Anda ya.
Se rió.
-¿Y volverás a dejar caerte por aquí?
-¿Acaso quieres que vuelva?
-O si quieres que vaya yo...
-Mm... Son muchas cosas las que me han pasado en poco tiempo, tendrás que dejar que me ordene un poco. Pero haz lo que quieras.
-Lo iba a hacer.
-Lo sé.
-¿Amigos?-dijo, tendiéndome una mano.
Le miré.
Drake era el que me había amenazado varias veces. Había pegado a Niall. Le había roto el corazón a Cait. Y ahí estaba, ofreciéndome su amistad. Intentaba cambiar. El motivo, desconocido hasta el momento. Pero si Connor había cambiado a peor... ¿No podría Drake hacerlo a mejor?
Le estreché la mano.
-Amigos.
Tras eso, monté en el coche y me dirigí de nuevo al portal de los chicos, donde me detuve a analizar la situación.
Vale, había perdonado a Connor, cosa que no estaba en mis planes y me había hecho amiga de Drake, cosa que estaba mucho menos en mis planes.
La cosa es cómo informaba de esto ahora a Cait. "Eh, Cait, sé que ese chico te ha roto el corazón, pero, ¿sabes? Eso es lo que nos ha hecho amigos..."
Era absurdo.
Y, además, seguía sin tener noticias de Niall.
Conduje de vuelta a casa y subí las escaleras a mi cuarto mientras me sonaba el teléfono.
-¿Si?
-Hola, rubia.
-¡¡Niall!!
Oí su inconfundible risa.
-Veo que no te has olvidado de mí.
-Nunca podría. ¿Qué tal el viaje? ¿Qué tal estáis? ¿Ya vuelves?
-El viaje bien, Zayn se quedó dormido y roncó tanto que la azafata tuvo que decírselo, nosotros bien, gracias y no, ojalá pudiera volver ya.
-Jo.
-¿Y tú qué tal? ¿Recibiste mi paquete?
-¡Sí! Oh, muchas gracias por el sinsajo, de verdad.
-Jajajaja nada, pero, ¿qué tal?
-Bueno...
-Habla, vamos.
-Es que seguro que no vas a querer saber...
-¿Qué has hecho?
-¿Yo? Nada.
-Mentira.
-Pillada.
-JAJAJAJAJAJA ¿qué ha pasado?
-He perdonado a Connor.
-Has perdido la cabeza, definitivamente.
-Sí, puede...
Le oí suspirar.
-A lo hecho, pecho. ¿Qué más?
-Drake ha dejado a Cait y ella está... Mal y...
Y ahora venía la parte difícil.
-¿Y?-preguntó él, invitándome a continuar.
Tragué saliva.
-Fui a casa de Drake a ajustarle las cuentas y acabamos, oh, bueno...
-¿Qué pasó? ¿Estás bien?
-Sí, sí... Acabamos... Siendo amigos.
-¡¿QUÉ?!
-Nos hemos hecho amigos.
-¿Estás loca?
-Él ha cambiado.
-¿Cómo Connor, no? Dios mío, estoy fuera un día entero y te encargas de cavarte tu propia tumba.
-No he hecho eso-dije, defendiéndome.
-Sólo espero que estés muy segura de lo que haces.
-Lo... Lo estoy.
-No puedo estar ahí para defenderte, intenta no meterte en líos mientras no estoy.
-Como si no supiera cuidarme sola.
-Permíteme dudarlo.
-Pues dúdalo.
-¿Estamos peleando?
-Sí. JAJAJAJAJA.
-Ah, ya decía yo.
-Vuelve.-le pedí.
-Estaré ahí más pronto de lo que te imaginas. En dos días.
-En dos días me da tiempo a liar todo esto mucho más, ¿eh?
-Lo sé.
Lo que ninguno de los dos sabíamos en ese momento es que las cosas, con su vuelta, se complicarían como nunca antes se habían complicado y que tendríamos que luchar contra todos por... Por nosotros.


Bueno, no tengo ganas de comentar mucho, así que aquí tenéis el capítulo y mi Ask para cualquier pregunta 
http://ask.fm/CrisBieberHoranStyles
@Cris_Jbieber

sábado, 16 de febrero de 2013

Capítulo 13


Aquella noche, tuve una pesadilla.
No recuedo bien qué pasaba exactamente en ella, sólo sé que estábamos Drake, Connor, Niall y yo. Quizá el recuerdo de lo que había pasado aquella tarde y, en general, lo que estaba pasando en mi vida últimamente, me había afectado. Más de lo que yo pensaba.
Desperté y me incorporé en la cama, despertando a Niall.
Shannon, que dormía en la alfombra, en el suelo, levantó la cabeza para mirarme.
-¿Pasa algo, Chris?-dijo Niall, con voz adormilada, frotándose los ojos con las manos.
Intenté responderle, pero aún estaba alterada por el sueño.
Ese sueño me había dejado un enorme y mal presentimiento.
-N-nada-dije, intentando recuperarme-S-solo ha sido un sueño.
-¿Un sueño o una pesadilla?-inquirió.
-Más bien lo segundo.
Me pasó el brazo por el hombros.
Shannon, una vez que se aseguró de que nada grave me pasaba, volvió a apoyar la cabeza en el suelo y a cerrar los ojos.
-¿Quieres hablar de ello?
-No lo recuerdo... Sólo sé que salían Connor, Drake...
-Entonces entiendo que fuera una pesadilla.
-...Tú y yo.
-Entonces no lo entiendo.
Sonreí y negué con la cabeza.
-Qué más da, sólo ha sido un sueño.
Nos tumbamos de nuevo.
-Me consuela saber que, si vuelvo a tener pesadillas, estarás ahí para ayudarme a enfrentarme a ellas.-le dije.
-Sería un muy mal amigo si no lo hiciera.
-O un muy mal Peeta Mellark. Recuerda que Katniss sólo podía dormir si él estaba con ella. La ayudaba a espantar sus pesadillas.
-Entonces soy un mal Peeta, porque yo no las espanto, al contrario, salgo en ellas...
Me reí.
-Duerme, sinsajo.
-Sólo si me prometes que estarás siempre. O jamás dormiré.
-Eso es fácil de prometer.
-¿Entonces lo prometes?
-Lo prometo.
Desperté por la mañana, antes que Niall.
Le miré por largo tiempo dormir.
Años atrás, siempre despertaba antes que Connor y le observaba mientras dormía.
"-Ey, no sabía que me mirabas. ¿Siempre lo haces?
Sonreí.
-Siempre.
-¿Por qué?
-Me gusta verte así.
Besó mi mejilla.
-Pues a mí no me importaría despertarme todos los días así, bajo tu mirada. Prométeme algo.
-Lo que sea.
-Que esto durará para siempre.
-Te lo prometo".

Otra de tantas promesas que no pudimos cumplir gracias a mi padre. Promesas rotas por las que lloré a diario.
Shannon estaba sentada al lado de la puerta. Entendí que quería salir y se la abrí, después, fui al baño a lavarme la cara con agua fría, intentando sacar, sin éxito, de mi mente, aquellas palabras de Connor que no hacían más que repetirse en ella.
Niall aún dormía y yo no tenía ganas de ni quería despertarlo, así que me tumbé de nuevo en la cama a observarle, recordando cada uno de los momentos que él me había regalado desde que nos conocimos, por accidente, en aquella tienda de ropa.
Sonreí al recordarlo y, recordando alguna que otra cosa, me reí.
-¿Cuál es el chiste? Yo también quiero reírme.
-Oh, si estás despierto.
-Sí, llevo un rato así. ¿De qué te reías?
-Nada, simplemente estaba recordando alguna de las cosas que hemos hecho juntos y eso. Y me entró al risa recordándo la cara que pusiste al verme vestida de Campanilla.
Los dos nos reímos.
-¿Recuerdas ya de qué iba la pesadilla?
Varias imágenes pasaron por mi mente.
Connor golpeando a Niall.
-N-no. No tendría mucha importancia, si ya la he olvidado.
Creí que, al despertar por la mañana, el mal presentimiento se habría ido, pero ahí estaba. Agobiándome. Avisándome. Preveniéndome.
¿Y si todo eran imaginaciones mías?
Oí unos arañazos en la puerta.
-Será Shannon-dije, yendo a abrirla.
En efecto, mi perra entró de nuevo en la habitación.
Me senté en la cama para seguir hablando con Niall, hasta que me di cuenta de una cosa.
-Shannon, ven aquí.
Ella, obediente, corrió a la cama y apoyó la cabeza en esta.
-¿Chris?-dijo Niall, sin entender.
En el collar de Shannon había algo. Lo cogí.
Era un papel, un folio en blanco normal, doblado por la mitad.
Oh, no.
-¿Qué es eso?
Sin responder, lo abrí.
"En la fuente, a las 19h"

No tenía firma.
Le pasé el papel a Niall, el cual lo leyó.
Antes de que pudiera preguntar, yo le respondí.
-Connor.
Él me miró sin entender cómo lo sabía.
-Cuando mi padre no sabía nada y Connor y yo... Bueno, estábamos juntos, hubo una temporada en la cuál él sospechaba y me miraba el teléfono. Connor encontró una manera de comunicarse conmigo sin que él lo supiera. Shannon le conocía, así que sólo tenía que llamarla para que se acercara a la verja y colocarle el papel. Ella sabía que me lo tenía que traer.
Me quedé mirando al infinito.
-Lo que no sé es por qué se ha acordado Connor ahora de esto.
-No vas a ir, ¿no?
Le miré.
-Por supuesto que voy a ir.
-¿Estás loca? Bueno, qué pregunta, claro que lo estás.
-Voy a ir. Es la oportunidad perfecta para aclarar las cosas.
-Entonces iré contigo.
-No, Niall.
-¿Por qué?
-No es asunto tuyo. Es entre Connor y yo.
-Si tiene que ver contigo, es asunto mío.
De nuevo, fugazmente, la imagen del sueño pasó por mi mente.
Negué con la cabeza.
-De ninguna manera. No voy a dejar que te hagan daño.
-Me lo harán si a ti te lo hacen.
-Nadie va a hacerme nada.
Solo sabiendo que tú estarás bien, yo lo estaré.
-Eso no puedes saberlo-dijo.
-Confía en mí.
-Ya lo hago. Confió en ti prácticamete más que en nadie. Del que no me fío es de Connor.
-No importa, no voy a discutir contigo. Iré.
Él lo dejó pasar, pero sé que quería seguir discutiendo eso.
Bajamos a desayunar y mi padre no estaba, por lo que me relajé un poco y estuve un poco más tranquila.
El resto de la mañana lo pasamos en la piscina (incluso Shannon se bañó. Niall la tiró al agua), mas no se quedó a comer.
-Sabes que no habría nada que más me gustara en el mundo, pero tengo que ir con los chicos. Van a empezar a pensar que ya no les quiero.
-Lo sé, tranquilo, no importa.
Estábamos fuera, él apoyado en el coche.
Se me quedó mirando.
-¿Qué?-dije.
-Estoy preocupado. No creo que hagas bien yendo a ver a Connor esta tarde.
-No tienes por qué preocuparte.
-No tengo un buen presentimiento de esto.
-Tranquilo, si tengo problemas-intenté silbar, con resultados algo penosos, la canción de Rue- Haré esto y los sinsajos te avisarán, ¿de acuerdo?
Rió y me abrazó.
Yo le abracé a mi vez, con fuerza.
Él, al igual que yo, preveía que algo pasaría, pero, aún así, ni yo cedía en mi empeño de ir a ver a Connor o dejar que él me acompañara ni él me terminaba de impedir que fuera.
Me besó en la mejilla.
-Me voy, sinsajo. Llévate el móvil, por favor. Te llamaré.
-Por supuesto.
Le vi alejarse con el coche con los brazos cruzados y semblate serio, incluso seguí así, tiempo después de que él se hubiera marchado.
Después, entré en casa y comí junto con Casey.
La tarde, al contrario de lo que a mí me hubiera gustado, se me pasó rápida. Hubiera preferido que el tiempo pasara lento, que los segundos se alargaran, que los minutos fueran horas... No quería ver a Connor. En verdad, no quería. Pero, si iba, es porque había tomado una decisión y, para poder llevar a cabo lo que esa decisión implicaba, necesitaba dejarle las cosas muy claras a Connor.
Una media hora antes de las siete (o quizá antes), ya estaba vestida y salí de casa, sin decirle a nadie dónde iba. 
No tardé mucho en llegar al parque donde huí con Niall tras conocernos y me senté en la fuente, esperando a Connor.
Yo tenía claro lo que iba a decirle, pero... ¿Qué me iba a decir él? Después de todo, era él el que me había citado.
Como me esperaba, él llegó diez minutos antes de la hora acordada.
-Qué sorpresa verte aquí.-dijo.
-Ya ves, me adelanté.
-¿Tantas ganas tenías de verme?
-Si lo quieres interpretar así...
Sonrió.
¿Cuántas veces había suspirado yo por esa sonrisa?
-Veo que no has olvidado nuestro original método de comunicación...
-La que no se ha olvidado es Shannon, que sabía que tenía que traérmelo.
-Chica lista, sin duda.
-Bueno, ¿qué quieres?-dije, deseando acabar con esto cuándo antes.
-Vaya, qué directa. Quería hablar. Y verte. No es suficiente verte en mis fotos.
Aparté la mirada y la fijé en el suelo.
No me gustaba cuando mencionaba los años que pasó sin mí.
-Pero parece que tú no quieres hacer nada de eso.
-Has cambiado-le acusé.
-¿Y tú no? Han pasado cuatro años. Y, mientras tú estabas viviendo en esa gran mansión, teniéndolo todo, yo he vivido en un piso que se caía a trozos, sin calefacción, lejos de la gente que conocía y con mi abuela enferma.
Le miré.
-Creí que mi padre le ofreció a tu abuela un piso en condiciones.
-Una cosa es lo que tu padre te dijo y otra muy distinta lo que hizo. Nunca he tenido una vida fácil y tú lo sabes. Del único período de mi vida del cuál puedo decir que fui feliz es el que recuerdo contigo. Cuando nos marchamos, tuve que buscarme la vida. Me moví por círculos y tuve que hacer cosas... Que no te gustaría escuchar.
Me tapé la cara con las manos.
-Y yo confiaba en que tú me buscarías. Tú tenías recursos para ello. ¿Qué digo? Eres rica, puedes hacer lo que quieras, podrías haberme encontrado si quisieras. Pero no lo hiciste y, aún así, vine yo a buscarte. Y esto es lo que me encuentro.
-¿Esto qué es?
¿Eran sus palabras ciertas? ¿Le creía? ¿Y si todo fuera mentira? ¿Y si estaba pensando que era mentira porque le creía y no quería aceptarlo? Sólo de pensar que todo aquello fue por mi culpa, me mataba por dentro.
-Que eres como los demás de ese colegio que tanto odias. Drake y Niall son como tú, se mueven por el mismo mundo que tú. Yo no soy famoso y no tengo dinero. No te intereso.
Me levanté de la fuente y le golpeé en la cara.
Connor me miró con sorpresa.
-Yo no soy como ellos. Ellos no hubieran intentando escaparse repetidas veces de casa para tomar un autobús a cualquier ciudad para preguntar por ti, ellos no hubieran mandando fotos a periódicos con tu cara, ellos no hubieran llamado a más de la mitad de las comisarías de este país preguntando por ti... ¡Ellos no te hubieran llorado todas las noches!
Me quedé de pie, mirándole, con los puños apretados y con la cara marcada por la rabia.
No podía acusarme de no haberle buscado, porque lo había intentado.
-Y Niall tampoco es así. No nos confundas.
Suspiré y seguí.
-Siento todo lo que te hice pasar, si yo no hubiera ido al baño ese día y me hubiera perdido, tú y yo no nos hubiéramos conocido y nada de esto habría pasado. Fue mi culpa y en verdad lo siento. Lo que me estás contando me demuestra que me querías, pero ya está, Connor. Ya no más. No te quiero como antes.
Él me miraba, sin decir nada.
-Estoy muy contenta de tenerte conmigo de vuelta, podemos ser amigos si quieres. No sé si querías contarme el resto de la historia para tratar de convencerme, pero, aunque casi lo has conseguido, en verdad lo siento, Connor, pero yo no te quiero de esa manera y no voy a volver a hacerlo.
Entonces me cogió del brazo y empezó a tirar de mí.
-He intentando hacerlo por las buenas, pero si no quieres...
-¡Connor! ¿Qué haces? ¡Suéltame!
Llegamos a la salida del parque, donde estaba su moto.
Él tenía mucha más fuerza que yo, así que me sentó en ella, delante, se montó él y arrancó.
No me resistí en la moto, porque no era plan de que nos matáramos.
El viaje duró casi media hora.
Llegamos a un barrio que apenas conocía.
Pisos viejos.
Papá no me dejaba acercarme nunca por aquí y yo nunca había tenido interés en ello.
Connor detuvo la moto y me soltó.
Aproveché ese momento para bajarme y correr, pero él dio un giro con la moto y me cogió.
-¿Quieres correr? Adelante. Veremos si llegas muy lejos en este barrio.
Le miré enfadada y le empecé a pegar, aunque de nada sirvió.
-¡Connor, si me llevas a casa ahora aún podemos ser amigos!
Él rió.
-Chris, tranquila, no voy a hacerte nada. Sólo vamos a hablar.
-¿Sólo a hablar? ¡Si me has secuestrado!
-¿Acaso no es eso lo que siempre le pides que te haga Niall?
-Déjale fuera de esto.
Me arrastró hacia uno de los bloques de pisos, que prácticamente amenzaban con caerse.
Subimos al primer piso, abrió una de las puertas y me hizo entrar.
-Bienvenida a mi casa. No es como tu mansión, pero es lo máximo que me puedo permitir con el sueldo de un chico de los cafés.
Uno de sus amigos apareció en el pasillo.
-¡Ey, ya has vuelto! Y traes a tu amiga.
-Sí, Tom y ahora tú te vas.
-Claro.
Pasó por nuestro lado y cerró la puerta tras de sí.
Me hizo pasar y sentarme en el sillón.
-Quiero ir a casa-le dije.
-Y te llevaré. Mañana.
-¡¿Mañana?! ¿Cómo que mañana?
-Pues eso. Hoy te quedas aquí.
-¡No, no y no! Llamaré a mi padre y...-dije, sacando el móvil.
-Tu padre está de acuerdo.
-¿Qué?
-Piensa que deberías pasar más tiempo con otra gente, abrirte un poco. Últimamente no estás siendo una niña buena-dijo, diciendo el "no" negando con un dedo.
-¿Mi padre está de acuerdo en que me secuestres?
-¿Quién está hablando de secuestros? Ya que te quedas tantas noches en casa de Niall, quiero decir, de Marta, ¿acaso no puedes hacer lo mismo que haces allí aquí?
¿Cómo sabía eso? ¿Cómo sabía que hacíamos pasar a veces a Niall por Marta? ¿Cómo sabía que yo a veces me quedaba allí por las noches?
-¿Cómo sabes tú eso?
Él se limitó a sonreír.
-Si hablamos... ¿Me podré ir?
-Mañana, sí.
-Entonces olvídate.
Me senté en el sillón, enfadada.
Le envié a Niall vía chat el politono del silbido de Rue, que tenía en el móvil. Él no podría hacer nada, pero así al menos sabría que él tenía razón y que las cosas no habían salido bien.
El tiempo pasaba y ninguno de los dos decía nada.
-Quiero que me digas cómo sabes eso.-dije, rompiendo el silencio.
-Lo sé y eso es lo que importa.
-Lo de Marta sólo lo saben los chicos, mis amigas y mi padre.
No contestó.
-¿Quién te lo dijo?
-Nadie, yo lo oí. Ellos estaban hablando de eso en el estudio. Niall lo estaba comentando.
Mm, podría ser.
No volví a dirigirle la palabra.
Llamaron entonces a la puerta.
-Será Tom, ya le dije que se fuera...
Sin embargo, no lo era.
Un chico joven, el cual me sonaba bastante, pero no reconocía, estaba allí.
-Ey, mira, siento molestarte, pero acabo de mudarme aquí y em... ¿Podrías decirme algún lugar dónde comprar algo de comer y eso? Soy tan olvidadizo que no miré eso antes de venirme...
Connor se puso a hablar con él, indicándole y yo me volví a sentar en el sillón.
Entonces, la ventana del salón se levantó y estuve a punto de gritar del susto, pero una cabeza rubia me advirtió de que no lo hiciera.
-¿Niall?-dije, sin creérmelo-¿Qué haces aquí?
-Mejor vámonos y luego te lo explico. Vamos, ven.
Me acerqué a la ventana y él me ayudó a salir por ella, después, saltamos y nos acercamos al coche que reconocí como suyo.
Entramos en él, Niall al volante.
Arrancó, se introdujo por unas calles y luego se detuvo.
-¿Cómo sabías dónde estaba?-pregunté.
-No lo sabía, pero te busqué por el parque, llamé a Marta... Nadie sabía nada de ti, así que decidí echar un vistazo en la casa de Connor. Un par de llamadas y no fue muy difícil averiguar dónde vivía el chico de los cafés. 
Me tocó la cara con una mano.
-¿Estás bien?
-Ahora sí.
-Estaba muy preocupado.
En ese momento, el chico que había llamado a la puerta de Connor, entró en la parte trasera del coche.
-Vámonos-dijo.
Niall arrancó.
Yo miré hacia atrás.
-Pero, ¿tú...?
-Te presento a Josh, nuestro batería.-dijo Niall.
-¡Hola!-dijo este, saludándome.
-Necesitaba a alguien que me ayudara a sacarte de allí, por si acaso estabas.
-¿Te das cuenta lo de película que suena esto?-le dije, mirándole.
-Mm, sí, tienes razón. Y ahora cuéntame qué ha pasado.
-Estaba tan nervioso que ni siquiera comió-dijo Josh.
-¡Josh! ¡Qué te calles!
Él se rió por detrás.
Y yo les conté absolutamente todo.
-Miente. Yo no he dicho nada de eso en el estudio. Alguien ha tenido que decírselo.
-Sí, pero... ¿Quién?
Y la realidad me golpeó de repente.
-Mi padre.
-¿Tú crees?
-¿Quién sino? Además tendría sentido. Pero eso significaría una cosa... Que quiere usar a Connor para meterse entre nosotros dos.
-Ah, pues no cabe, eh.
Me reí, aunque no debería.
Después de dejar a Josh donde se alojaba el resto del equipo, me preguntó si me llevaba a casa.
-No. Quiero estar contigo. Además, a estas alturas papá ya sabrá que no estoy con Connor. No quiero verle.
-Si crees que detrás de esto está tu padre, deberías hablar con él.
-Lo averiguaré, no te preocupes.
-Preocupado ya he estado hoy. Y no me equivocaba.
-¿Estás enfadado?
Detuvo el coche en el portal que ya conocía de sobra.
-No, estoy intentando reprenderte. Te dije que no era buena idea y te empeñaste.
-Si no te llevé conmigo fue porque soñé que Connor te pegaba y no quería exponerme a que eso se hiciera realidad. Mejor que me pase a mí cualquier cosa mala, que a ti. No podría soportarlo, ¿sabes?
-Pero si a ti te pasa algo, a mí también.
-Sólo sabiendo que tú estás bien, yo lo estaré.
Me bajé del coche y él me siguió.
-Así que sí te acordabas del sueño, ¿eh?
-Más o menos, pero no quería contarte eso.
Subimos en el ascensor.
-Ahora me siento mal-dijo.
-¿Por qué?
-Porque Connor se me ha adelantado en secuestrarte.
Me reí y le pegué en el brazo.
Una vez en casa, les contamos la historia a todos los demás.
-Eso te enseñará, Chris, una valiosa lección-me dijo Louis.
-¿Cuál?
-No sé, alguna.
Nos reímos.
-¿Te quedas con nosotros?-me preguntó Harry.
-Si queréis adoptarme aquí esta noche...
-Claro, yo dormiré en el sillón-dijo Niall.
-¡No!-protesté-Tú conmigo, como siempre. ¿Qué me prometiste ayer?
-Ah, es verdad.
-Por mí no hay problema-dijo Zayn-Mientras que no hagáis ruidos raros y me despertéis.
-¡ZAYN!
Me lancé encima suya y empecé a pegarle.
-¡Ayuda!
Una vez que me hube calmado y Zayn estuvo a salvo y tras que Niall me dejara de nuevo algo de ropa, me dijo que tenía que decirme algo.
-¿Vamos a la terraza?-sugirió.
-Vamos.
-Se lo va a decir.
-Sep.
-¿Qué crees que dirá?
-Ni idea.
-Bueno... Tú dirás-dije, una vez que estuvimos fuera.
Él suspiró.
-Me sabe muy mal decirte esto ahora, justamente con lo que ha pasado hoy, pero lo he sabido esta misma tarde.
Me le quedé mirando, inquisidora.
-Nos volvemos a Londres. Me voy.
En ese momento, el tiempo se congeló para mí.
Todo se detuvo.
Incluido los latidos de mi corazón.


¡Hola! ¿Cómo va eso? Lo primero de todo, espero que bien. Lo segundo, que estoy muy contenta de que esta novela haya vuelto, porque tengo ideas. Vuelve con fuerza. Lo tercero, muchísimas gracias a todas aquellas de vosotras que me habéis apoyado durante este tiempo en el cual no he podido subir y deciros a otras muchas de vosotras que sois unas asquerosas y ojalá no halláis leído el capítulo. Insultándome no haréis que suba capítulo antes, por favor, RESPETAD. Yo no dejo la novela y, si lo hiciera, os avisaría, si no subo es porque no puedo. Ya lo sabéis.
Aquí mi Ask, para cualquier pregunta, desde que cómo van los capítulos a cualquier duda sobre las novelas que tengáis :http://ask.fm/CrisBieberHoranStyles
@Cris_Jbieber




sábado, 8 de diciembre de 2012

Capítulo 12


Me levanté deprisa e hice la cama más rápido aún.
Esperaba que mi padre no se hubiera ido, porque aunque solíamos desayunar juntos todos los días, basta que quisiera decirle algo para que se hubiera marchado.
Pero no, la suerte debía de sonreírme y, cuando bajé a la cocina, él estaba ahí como siempre, enfrente del desayuno, leyendo el periódico.
-Buenos días-dije, tomando asiento.
-Buenos días-dijo, sin levantar la mirada del periódico.
-¡Buenos días, mi niña!-me dijo Casey, poniéndome enfrente el desayuno-¿Qué tal anoche?
-Oh, pues bien, bien. Muy bien diría yo.
Desayuné, haciendo algo de tiempo para hacerle a mi padre la preguntaba que desaba hacerle desde ayer por la noche, cuando me la planteé. Su respuesta sería importante, de ahora en adelante, para el plan que Niall y yo teníamos.
-Papá.
-¿Mm?
-¿Te acuerdas del chico de ayer, Niall?
Casey, que limpiaba la encimera, se detuvo y me miró, aunque rápidamente volvió a lo suyo.
Mi padre bajó el periódico y me miró.
-¿Ese del grupo ese?
Puse los ojos en blanco.
-Sí, exacto.
-¿Qué le pasa?
-A él nada, es que hemos quedado para comer. ¿No te importa, verdad?
Nos sostuvimos la mirada por unos segundos, después él volvió a cubrirse tras el periódico.
-No, claro que no. Ve y diviértete.
-¿De verdad?
-Claro.
Me levanté y le di un beso en la mejilla.
-Gracias, papá.
-De nada, pero siéntate de nuevo y desayuna. Has comido muy poco.
Tenía poca hambre, pero ya que él me había dado permiso (cosa que no me esperaba) le iba a complacer y comería algo más.
-¿Me disculpas un momento? Tengo que hacer una llamada-dijo, levantándose.
-Oh, si, claro papá.
Cuando acabé, subí a mi cuarto y preparé la ropa que me pondría, después cogí el teléfono y llamé a Cait.
No me lo cogió y eso me preocupó.
¿Seguiría enfadada conmigo y por eso no me contestaba o es que le había pasado algo?
Decidí que lo intentaría más tarde y me puse a hacer los deberes. ¿Tenía algo mejor que hacer? No. Salvo esperar.
Un rato antes de la hora a la que había quedado con Niall, volví a llamarla y, esta vez, sí que me cogió el teléfono.
-Pensé que estabas enfadada conmigo...
-No, ya se me pasó. Ya me conoces.
-Ya, sí, bueno... ¿Y qué tal ayer?
No quise nombrar a Drake a propósito.
-Pues mira, muy bien. Vino a buscarme a casa en su coche y me llevó a la suya, donde estuvimos cenando, hablamos y tal y luego, me llevó de vuelta a casa.
-¿Qué? ¿Y nada más?
Ella bufó.
-¡Pero bueno...! ¿Cómo que "y nada más"? ¿Por quién me tomas?
-¡No, no! ¡No quería decir eso! Es que...
Es que ese no era Drake. ¿Cena romántica en casa? ¿A qué estaba jugando?
-¿Es que qué?
-Es que creí que al menos te besaría.
-Ah. No.
¿Drake no besar en la primera cita? Definitivamente algo estaba raro aquí.
-Bueno, tengo que dejarte. He quedado para comer con Niall.
-¿Solo con Niall?
-Pues yo he quedado con él, que los demás se apunten también o no, eso ya no puedo saberlo.
Rió.
-Vale, pásetelo bien.
-Seguro, gracias.
Colgué y me vestí.
Bajé las escaleras de dos en dos y, cuando iba por la mitad (yo iba mirando distraídamente los escalones para asegurarme que no me caería) mi padre habló.
-¡Ah, Chris! Ya iba a subir a buscarte. Tienes visita.
Levanté la cabeza y me quedé paralizada al ver a Connor, sonriendo y con las manos en los bolsillos, al lado de mi padre, ambos mirándome.
-Ah, hola.
-Hola.
-Es una lástima, porque yo ya me iba y...
-Yo había pensando-me interrumpió mi padre-Que ya que esto es algo que celebrar, podrías aplazar tus planes y comemos aquí todos. Después de todo, no todos los días recuperamos a alguien del pasado.
Connor le rió a mi padre la broma sin gracia.
-Oh, Jared, no es para tanto...
No entendía nada. Pero si mi padre fue el que hizo que Connor se marchara, ¿por qué se alegraba ahora de su vuelta?
-Pero papá, antes me habías dicho que...
-Y te dejo, por supuesto, pero seguro que él lo entenderá.
Discutir con mi padre era cosa harto imposible, así que me giré, rumbo a mi habitación.
-Está bien, le llamaré. Ahora bajo.
-Bien. ¿Vamos al salón?
Cerré la puerta de mi cuarto tras de mí con un portazo.
Ya decía yo que demasiada suerte había tenido.
-Hola, Niall.
-¡Chris! ¿Qué pasa? ¿Ya vienes?
-No, qué más quisiera yo.
-¿Por qué? ¿Te ha dicho que no?
-No, al contrario. Me ha dejado. Pero Connor se ha presentando aquí y mi padre quiere que comamos los tres aquí. Si no fuera porque no le encuentro el sentido, diría que fue él quien le llamó, porque en cuanto se lo dije, fue corriendo a llamar por teléfono...
-Puede que tenga algo que ver o puede que nos estemos equivocando. No lo sé.
-Niall, de verdad, lo siento mucho...
-Más lo siento yo que soy el que iba a comer contigo.
Reí.
-¿Y esta tarde harás algo? Porque comeré aquí, pero no me va a impedir huir más tarde para verte.
-¿Huir para verme? Qué bonito. Harry, alcánzame esos pañuelos de ahí, creo que los necesito...
-¡Tonto!
Rió con esa risa tan suya que yo adoraba profundamente.
-Nah, no, esta tarde no hago nada, si estos no quieren. Igualmente, tú me llamas y ya está.
-Vale, así lo haré. Y lo siento de nuevo.
-No tienes por qué, de verdad.
-¡Espera!-dije, antes de que colgáramos-Recuérdame que luego te cuente algo.
-Claro, por supuesto que lo haré. Hasta luego, sinsajo.
Una vez que colgué, bajé al salón, donde Connor y mi padre estaba hablando muy entretenidos.
A la vez que yo, Casey también entró para comunicarnos que la comida ya estaba hecha.
Durante esta, Connor le estuvo contando a mi padre lo mismo que me había contado a mí, que su abuela murió y se mudó aquí buscándome, que había encontrado un trabajo... Bla, bla, bla y más bla.
-Supongo que no me guardarás rencor por todo eso-dijo mi padre.
Connor río.
-Oh, no, claro que no, Jared. Tuvo sus partes negativas-dijo, mirándome-Pero también sus partes positivas.
Por supuesto, no pensaba marchar tras Niall inmediatamente después de comer, así que, para disgusto mío, tuve que estar con Connor buena parte de la tarde.
-¿Por qué has venido?-le dije cuando estuvimos en mi habitación y él jugaba con Shannon.
-Te dije que quedarámos y dijiste que me llamarías. No lo hacías, asi que vine.
-Ya te dije que estaba muy ocupada últimamente.
-Sí, con el rubito.
Entrecerré los ojos.
-Bueno y si fuera ese el caso, ¿pasaría algo?
-No, supongo.
Él sonrió, negando con la cabeza.
-Creo que no he empezado con muy bien pie. 
-Crees bien.
-Tantos años preparándome para esto y, ahora, voy y lo fastidio. No ha sido nada fácil todo este tiempo que he estado... Estado lejos de aquí. Quizás eso me haya hecho cambiar un poco.
¿Y yo? ¿Cuánto había cambiado yo?
Era él. Era Connor. ¿Cuántas noches había llorado por su ausencia? ¿Cuántas otras había maldecido al mundo por arrebatármelo? ¿Cuántas veces pensé que mi vida se acabaría pronto, sin él? ¿Y cuántas otras había pedido fervientemente que me lo devolvieran?
Y, ahora que había vuelto, ¿por qué me comportaba así con él?
-No, no pasa nada. Todo este tiempo nos ha cambiado a todos.
-Al menos, a ti este tiempo te ha hecho justicia. Estás mucho más guapa que cuándo me fui. En cambio, para mí los años no pasan en valde...
Le pegué y me reí.
-¡No seas tonto, anda! Estás igual que como te recordaba.
-Recuérdame algo que olvidé hace tiempo.
Bajó a Shannon de encima suya y extendió sus brazos.
Sonreí y le abracé.
Esto realmente se sentía como el Connor que había perdido años atrás.
Nos pasamos gran parte de la tarde hablando y recordando otros tiempos, hasta que recordé que le había dicho a Niall que huiría para verle.
-Demos una vuelta.-propuso.
-Pero tengo que ir con Niall. Se lo he prometido.
-Bueno, pues podemos dar una vuelta y luego te llevo donde esté. Así salimos ganando todos, ¿no crees?
-Está bien.
Le avisé a mi padre de nuestros planes y después, nos subimos a la moto.
-¿Y adónde quieres llevarme?-pregunté.
-Pues la verdad es que no tenía pensando ningún destino.
Sonreí.
La misma respuesta que antes siempre me daba.
Todo fue bien durante un gran rato, hasta que nos paramos en un semáforo, al lado de un coche, el cuál tenía la ventanilla bajada. Lo conducía un chico joven y que lucía bien. No tardé en reconocerlo como uno de los que iban al Sant Patrick, aunque no sabía su nombre.
Connor y él se miraron y este sonrió, acelerando.
Oh, no, ya me lo veía venir.
-Connor, no.
Más él no me hizo caso.
-Connor, si vas a hacer eso, quiero bajar. Déjame bajar.
Entonces el semáforo se puso en verde y, tanto el coche como la moto, salieron disparados.
Me agarré a Connor con fuerza, con toda la que podía, mientras rezaba mentalmente por volver a ver, si podía, la cara de Niall.
Connor se deslizaba, esquivando los coches, a gran velocidad y sólo se paró cuando el semáforo de tres calles más adelante, se puso en rojo.
Me bajé de la moto y crucé hasta llegar a la calle.
-¡Christine!
Al oír su voz llamándome, aceleré más el paso y esquivé a la gente con más rápidez.
-¡Christine, por favor, espera!
-¡No!
Connor me seguía por la carretera. Iba prácticamente a mi lado, salvo que yo iba caminando por la acera.
-Chris, ¿qué pasa?
-¿Cómo que qué pasa? ¿Tú ves eso normal? ¡Pudimos habernos matado!
-Pero no lo hemos hecho, ¿no?
Resoplé.
-Nunca me gustó que hicieras eso y lo sabes, pero, ¿conmigo en la moto también?
-Ha sido algo muy irresponsable de mi parte, lo sé.
-¡Irresponsable es poco!
-Está bien, lo siento. No volveré a hacerlo más.
-Eso me decías siempre.
-Está vez será verdad.
-Más te vale.
Saqué el móvil, marqué y me lo llevé a la oreja.
-¿Qué haces?
-Llamo a Niall.
-¿Para?
-Para preguntarle por el tiempo, ¿tú qué crees? ¿Niall? Soy sinsajo.
Rió.
-Sí, me lo imaginé. ¿Ya te has librado de Connor?
-Qué va, esta aquí, acosándome con su moto.
Connor me miró mal.
-¿Dónde estás? Quiero verte.
Él intercambió un par de frases con alguien cuya voz no supe identificar.
-Dice Zayn que si sólo quieres verme a mí.
-Dile que quiero veros a todos, que no se ponga así.
-Dice que entonces vale. Pues estamos en el bar este...Harry, ¿cómo se llama? Bah, calla qué vas a saber tú... Donde, recordarás, viniste con Drake y después huimos los dos, ¿te acuerdas?
-¡Ah, sí! Sé perfectamente dónde está. ¿Qué hacéis ahí?
-No sé, yo estaba en casa echando la siesta cuando estos dijeron de salir, fuimos a buscar a tus amigas y nos vinimos aquí.
-¿Cait y Marta están con vosotros?
-No, sólo Marta. Cait ya había salido.
-¿Con?
-Drake. Según me han dicho.
-Ay, Dios... Bueno, dame unos minutos. Estaré allí en seguida.
-Aquí espero.
Colgué, me guardé el móvil y seguí andando, aunque aumenté aún más el paso.
-Sube a la moto, Chris.
-No.
-Sube, que te llevo.
-No. Iré andando. No está lejos.
Connor entonces subió la moto a la acera, justo delante de mí, cortándome el paso.
Una señora gritó, pensando que la iba a atropellar.
-Sube. Te llevo.
-Está bien, pero que conste que lo hago para que no atropelles a nadie en la acera.
Me subí y tardamos apenas diez minutos en llegar.
Me bajé y él me siguió a la puerta.
-¿Qué haces?-pregunté.
-Voy contigo, por supuesto.
-Pero...
-Ah, nada, nada. Vamos.
Refunfuñé, pero dejé que me siguiera al interior y ambos los buscamos.
Liam fue el que nos vio y nos dio con la mano para indicarnos.
Niall se quedó un poco extrañado cuando vio a Connor tras de mí, aunque se recuperó pronto al ver mi cara de "Intenté que me dejara en paz, pero es muy pesado...".
Les saludé a todos y después me senté encima de Niall, que se hallaba sentado en un taburete y Connor nos miro con cara de "Ola k ase?".
-¿Quieres?-me preguntó, tendiéndome un vaso.
-¿Qué es?
-¡Energy juice!-dijo Zayn.
-Oh.
-No le creas. Es Coca Cola.-dijo Niall.
-Entonces sí que quiero.
Connor estuvo hablando con Louis y Harry, muy entretenidos ellos. A mí me dieron ganas de decirles que no se juntaran con el enemigo, ya que lo teníamos en casa, pero lo dejé pasar. Después de todo, ¿qué les iba a hacer Connor a ellos dos? ¿Influirlos para que atropellaran señoras por la acera? No lo veía probable.
Marta, Niall y yo estuvimos hablando del caso de Cait y Drake.
-Déjala. Ya es mayorcita para saber lo que hace-dijo Marta.
-Pero eso no evita que no me preocupe por ella. ¿Y Ash y Sam?
-De compras-dijo Louis, dejando a Harry solo ante el peligro (Connor).-Querían que fuéramos todos, pero al final las convencimos para que fueran solas.
-Eres un mal novio, Lou-le dijo Zayn.
-Quizá si fuera el tuyo no sería tan malo, Zayn.
-Uhhhhhhhhhhhhhhhh-dijimos todos, rompiendo a reír.
Me bajé de encima de Niall.
-¿Por qué te vas?-preguntó.
-No me voy, sólo voy al baño. Ahora mismo vuelvo.
-Bien.
Así fue.
Fui al baño y, cuando salí, me sorprendí muy mucho al encontrarme a Drake, apoyado en la pared.
Sonrió al verme.
-Pero mira a quién tenemos aquí.
Entrecerré los ojos y le miré mal.
-¿Qué quieres, Drake?
-¿Yo? Nada. He venido aquí con Cait.
-¿Y por qué no estás con ella?
-Quería verte. Y hablar contigo. Te vi antes, con tus amigos, pero si me acercaba quizá el rubio se pusiera protector otra vez y acabaríamos montando otra pelea. Y vaya, qué sorpresa me he llevado al ver a Connor aquí.
-¿Y de qué quieres hablar?
-¿Tú de qué crees?
-Mira, a mí es que me das igual. Lo único que me importa es mi amiga y te juro que, como le hagas algo, la paliza que te dio Niall te parecerá dulces caricias comparado con lo que te haré yo.
Él rió.
-No sé a qué estás jugando, porque te conozco y sé que no eres así. No la estás tratando como sé que eres.
-Estoy jugando contigo.
-¿Qué?-dije.
-Es muy divertido ver cómo te preocupas por tu amiga, ver cómo piensas "¿Será hoy, en esta cita? ¿O será en la próxima?".
-Deja de jugar con nosotras. No te hemos hecho nada como para eso.
-¿Y por qué habría de hacerlo? Es muy divertido.
Le miré peor.
-Eres odioso, Drake. Lo más repugnante que mis ojos han visto.
-Vaya, pues yo creía que me considerabas guapo. Aunque quizá deberías mirar un poco a tu alrededor. Descubrirás que quizá estás equivocada y no soy lo más desagradable que conoces. Alguien, bastante cercano a ti, sólo te quiere por lo que te quiere. Y no, no soy yo. Ya te dije que aparte de tu dinero, sentía algo por ti.
-Tú no puedes sentir nada por nadie, salvo por el papel que constituye tu amado dinero. ¿Quién es ese del que hablas?
Sonrió.
-Vaya, parece que ahora vuelvo a tener la sartén por el mango. Tengo una información valiosa para ti y a tu amiga. Tienes mucho que perder, ¿eh?
-Vale. ¿Y qué quieres a cambio?
-A ti.
-¡Ah, no! ¡Eso se acabó! ¡No haré más tratos contigo ni fingiré!
-Nadie ha dicho que tengas que fingir.
-¡No! 
Me di la vuelta y emprendí rápidamente el regreso con Niall y los demás, pero, cuando me faltaban un par de metros para alcanzarlos, Drake me cogió del brazo y me dio la vuelta. Después, con un tirón, me acercó a él.
-Más te valdría hacer lo que te digo, o las cosas se pondrán muy feas para todos y, quizá cuando quieras hacerme caso, ya sea tarde.
-¿Qué quieres decir?
Me atrajo más hacia sí.
-Empezaré por tu amiga, después iré a por la otra y así.
Se acercó a mi oído.
-Te daré una muestra de lo que pasará. Mira, ahora verás.
Y entonces me besó, aunque le puse las manos en el pecho rápidamente y lo separé de mí.
-Drake, creo que ya te avisé una vez-dijo una voz justo detrás de mí.
-¿Y qué si te ignoro otra?
Me giré y le puse las manos en el pecho a Niall.
-Niall, todo está bien, de verdad.
Niall quiso dar otro paso adelante, pero le empujé hacia atrás.
No me miraba, miraba al frente, a Drake, como aquella primera vez.
Le cogí de la barbilla y le obligué a mirarme.
-Relájate, por favor. Mírame, vamos, mírame.
No le quedó otra que mirarme a los ojos.
Le sonreí.
-Bien. No entres en su juego. Déjalo.
Entonces le cogí de la mano, sin dejar de mirarle.
-Vámonos.
Tiré de él para alejarle de allí.
Ya veía la puerta.
Esto aún podía acabar bien.
-¿Y qué tal te has sentido viéndolo? Digo, si te gustó, puedo repetirlo.
Niall me soltó la mano, y, mientras yo gritaba "¡No!" se lanzó contra Drake.
Maldito fuera Drake. Iba a matarle después de esto.
La gente se apartaba al paso de Niall y Drake, por si algún golpe fallaba el blanco y les daba de rebote.
Connor fue rápido a separarles a los dos, pero, cuando tuvo a Niall alejado, comenzó él a pelearse con Drake y Niall, que sentía que era su guerra y no la suya, se lanzó contra él.
Liam y Zayn consiguieron finalmente separar a Niall y yo volví a cogerle de la cara para que me mirara e intentar calmarlo.
-Niall, mírame, ¡mírame te digo! Cálmate, ¿vale?-dije, acariciándole la cara.
-¿Y esos dos...?-preguntó Zayn.
-Dejad que se maten, me da igual. Me lo llevo, ¿vale?
Cogí a Niall del brazo y lo saqué de allí.
Una vez fuera, le examiné.
-¿Estás bien?
-Sí. Esta vez no ha sido para tanto.
-¿Se puede saber por qué has hecho eso? ¡Te dije que no le siguieras el juego! ¡Lo único que quería era provocarte para hacernos daño!
-¿Hacernos?
-Ahora te explico. ¿Te has traído el coche?
-Mm, sí.
-Trae, dame las llaves. Yo te llevo.
-¿Adónde?
-A mi casa. Quiero que estés allí conmigo. Pero si quieres coger algo, podemos pasar por la tuya antes.
-Suena bien.
-¿Dónde tienes el coche?-dije, cogiéndole las llaves.
-Ahí.
En ese momento, Connor salió.
-¿Christine?
Le agarré del brazo a Niall y tiré de él hacia el coche.
-Sube, corre.
Nos subimos ambos y arranqué.
Niall tenía la cabeza apoyada en el asiento e iba con los ojos cerrados.
-Niall, ¿de verdad que estás bien?
-Sí, sí. No tiene nada que ver con eso.
Vi que Connor nos seguía y aceleré un poco más.
-¿Qué haces?-preguntó Niall.
-¿Confías en mí?
-Sí.
-Bien.
Di un volantazo y entré por una callecita, distrayendo a Connor y perdiéndolo por unos instantes, hasta que volvió a aparecer por delante de nosotros. Paré el coche y retrocedí la calle marcha atrás, di otro volantazo y me lancé por otro laberinto de calles, hasta que llegué a su portal.
De Connor no había ni rastro.
-¿Por qué...?
-No sé qué pretendía yendo tras nosotros y él también te ha pegado. Además, no quiero que sepa dónde vives. ¿Seguro que estás bien? A ver, déjame verte-dije, mientras le cogía la cara y le examinaba cada rincón de esta.
-Que estoy bien, de verdad-dijo, sonriendo.-Ya te dije que los irlandeses somos fuertes.
Le pegué yo.
-¡Ah!
-¡Qué sea la última vez que me das esa clase de sustos! ¿Queda claro? Olvídate de Drake, a él, ni agua. Vamos arriba y en mi casa te lo explicaré todo.
Salimos ambos del coche y, cuando sacaba las llaves, no pude evitar darle un abrazo.
Después de todo, había vuelto a ser golpeado sólo por tratar, de nuevo, de defenderme de Drake.
-Gracias por todo lo que haces por mí.
-Ah, hacía mucho tiempo que no me agradecías nada. Ya iba siendo hora...
Subimos y él cogió su mochila de siempre y metió algo de ropa.
-¿Quieres que pasemos antes por un McDonald´s y compramos algo de cenar?-sugerí.
Niall me abrazó.
-Por cosas como esta, cada día te quiero más.
-Oh. Gracias.
-Es agradable ver cómo tus mejillas también enrojecen. Así, al menos, sé que no soy el único de los dos.
Le sonreí.
Como dije, pasamos antes por un McDonald´s y cogimos algo para cenar. Estando allí, Liam le llamó para saber qué había sido de él, pero yo lo cogí.
-¿Niall? Si, lo tengo yo. Si lo queréis de vuelta teneís que darme...Emm... No puedo ponerle precio.
-¿Y entonces cómo le recuperamos?
-No quiero ni dinero ni... ¡No sé! No quiero rescate, me lo quedo.
-¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
-Bueno, si quieres te lo doy mañana. Es mi mejor oferta.
-Bueno, vale... Acepto. Yo tengo a tu amiga Marta.
-¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
-Si eso, me la quedo.
-Uy, sí, seguro que a Sam le hace mucha gracia, jijijijiji.
-¡Ah!
Aparqué el coche en mi garaje, aunque el coche no era mío.
-Aquí estará más seguro que fuera, ¿no crees?
Me sonrió.
-Cualquier cosa que tú creas que está bien, lo estará para mí.
Le sonreí a mi vez.
-Y ahora, te toca enfrentarte a mi padre. Ten valor.
-Yo siempre.
Reímos los dos.
Fuimos a la cocina y allí saludamos a Casey. Finalmente, dimos con él.
Estaba en el salón.
-¿Papá?
-¡Chris!
-Hola, papá. ¿Te acuerdas de la comida frustada de esta mañana? Bueno, pues espero que no me frustres la cena. Porque la he traído conmigo.
-Hola, señor.-le saludó Niall.
-¡Oh, hola!-dijo mi padre, dándole la mano, muy cordialmente.-Espero que puedas perdonarme por entretener a mi hija esta mañana en lugar de acudir a vuestra cita. En verdad lo lamento.
Enarqué una ceja.
¿Papá lamentando algo? Mm. Curioso.
-No se preocupe, señor. No al menos que me la entretenga ahora.
Mi padre rió y yo le seguí.
-No, ahora toda para ti. Es lo menos que puedo hacer. Y llámame Jared, si quieres. 
-Gracias papá. Pues... Cenamos en mi cuarto, ¿vale?
-Claro. Divertíos.
Tiré del brazo de Niall hacia las escaleras.
-Sí, comiendo, seguro que nos divertiremos.
Reí ante aquello.
-Pues tu padre no parece tan malo como dices.
-Eso es porque no le hemos dicho que te quedas a dormir. Entonces, echará fuego por la boca y todo.
-Bueno, así nos calienta las patatas, que siempre se quedan frías.
Reí bastante.
Lo preparamos todo, como siempre hacíamos y busqué por mi estantería la película que quería que viéramos. Durante los dos días que había pasado sin verle, me había dedicado en cuerpo y alma a buscar películas para que luego, cuando volviéramos a vernos, pudiéramos verlas.
-Quiero ver Luna Nueva.
-Díficil, porque hoy está llena.
-¡La segunda parte de Crepúsculo, Niall!-dije, poniéndole la carátula en la cara.
-Ah, vale.
Acto seguido reímos los dos.
Cenamos, como siempre, viendo la película y mandamos a Shannon a por los helados abajo, pero subió con su hueso de plástico, así que paré la película y bajé yo y así aproveché el viaje para decirle a mi padre, que estaba en la cocina, que Niall se queaba a dormir conmigo.
-¿Qué?
-Que sí, papá, que yo quiero que se quede.
-Pero...
-No es la primera vez-dijo Casey.
Mi padre la miró y la miré con la más pura cara literal de "Ola k dise?"
-¿Qué?
¡Ay Dios, Casey! ¡Qué me la lías!
-Que quiere decir que no es la primera vez que duermo con un chico. Connor ya estuvo aquí alguna que otra vez. Pero si te sientes mejor, puedo mandarlo a dormir contigo y así tienes la certeza de que no hacemos nada malo...
-¡No, no! No importa. Confío en ti.
-Gracias papá. Pues entonces hasta mañana.
-Hasta mañana.
Subí y le conté a Niall lo sucedido.
-¿Y ha echado fuego por la boca?
-Pues al final no...
-Creo que tienes a tu padre en una estima que no es la correcta.
-Va a ser que sí.
Viendo la película, caí en al cuenta de que me identificamente casi plenamente con el personaje de Bella. También a mí me habían dejado sola, de modo dramático, sin teléfono para llamar, ni dirección a la que ir y menos sin garantías de que volveríamos a vernos. Pero, como en ambos casos, ambos habían vuelto. A ella, para darle una alegría, a mí, nada más que disgustos y quebraderos de cabeza.
Cuando acabó, apagué la tele y el dvd y me volví para mirarle.
-No hemos hablado de lo que teníamos que hablar.
-Adelante, rubia, soy todo oídos.
Y le conté lo que Drake me había dicho a la salida del baño.
-Y es por eso que quería provocarte, para hacerte daño a ti y por tanto, a mí. Y no quiero eso. Ya te dije que no quiero que nadie te haga daño, ni por mi culpa, ni por nada.
-Estoy muy harto de ese Drake.
-¿Y me lo dices a mí?-dije, sonriendo.
-Pero también estoy cansado de Connor. No entiendo de qué va.
-Menos entiendo yo. Todo era mucho más fácil cuando sólo estábamos tú y yo.
-Y Jerry y Paul, no te olvides de su amor.
-No, claro jajajaja.
-¿Y si nos vamos? ¿Y si huimos de verdad?
-¿Qué quieres decir?
-¿Y si cuándo me vuelva, digo, volvamos, los chicos y yo, a Reino Unido, te vienes con nosotros? ¿No era eso lo que me sugeriste una vez? Aunque te pido demasiado, lo sé. Dejar aquí tu casa, tu padre, toda tu vida, para irte con una pandilla de chicos a otro país... Es pedirte mucho.
Iba a hablar, pero me interrumpió.
-Yo te llevaría conmigo y procuraría que nada te faltara. No me des una respuesta inmediata, piénsatelo, ¿vale? Tienes tiempo para ello.
Asentí con la cabeza, aunque mi decisión ya estaba tomada.
-¿Puedo abrazarte?-pregunté.
-¿Y tienes que pedir permiso?
-No quiero hacer algo que pueda molestarte.
-Dudo que pudieras, aunque quisieras.
Me tiré sobre él y le abracé.
-Abrazarte es una de las cosas que más me gustan hacer en este mundo.
-¿Tienes pañuelos? Es que me he emocionado...
Reí y le contagié la risa.
Estaba tumbada sobre él, él tumbado en el sillón.
Me miraba con sus ojos azules y yo se la devolvía, con el mismo color.
Bajé la frente y apoyé la frente en la suya.
Él colocó mi pelo tras mi oreja.
Le sonreí, mientras mi nariz rozaba la suya.
Sólo tendría que bajar la cabeza un poquito más, sólo un poquito más...
La puerta se abrió y me asusté, así que rodé y me caí al suelo.
-¿Chris?
-Ah, hola, Jerry...-dije, levantándome del suelo.-¿Qué pasa?
Niall reía. ¿De qué? Vete a saber. Se pasaba la mayor parte del tiempo riendo.
-Nada, sólo que tu padre me ha dicho que Niall estaba aquí y quería venir a saludarlo.
-¿Qué pasa, Jerry?-dijo él, yendo a saludarlo.
Al fin había parado de reírse.
Mientras él y Jerry charlaban, yo me tumbé en la cama y Shannon no tardó en dejarse caer a mi lado, apoyando la cabeza en mi tripa.
¿Qué acababa de pasar en el sillón? ¿Qué se supone que iba a hacer yo? No podía hacerle eso. Era mi amigo. Mi mejor amigo. ¿Y si le perdía por eso? Pero, ¿por qué había estado a punto de hacerlo? ¿Por qué?
Si hubiera sabido lo pronto que me lo arrebatarían, quizá no hubiera gastado tanto tiempo en dudar. Hubiera actuado antes. Sin miedo a nada.
Pero como bien había dicho Drake, a veces, cuando nos damos cuenta de que estamos equivocados y queremos actuar, ya es tarde para ello. Y, en mi caso, sería tarde, muy tarde.


¡Hola, gente! Siento el retraso, pero aquí estoy de nuevo. Ya sabéis, entre mi mala racha, que hizo que mi inspiración se esfumara completamente y Haylor, mi cabeza era un hervidero de pensamientos y temores a los que me he tenido que enfrentar sola. Pero bueno, una vez vencidos, volví a poner mi cabeza en orden y he sido capaz de escribir de nuevo. Lamento mi debilidad, ser así. No ser más fuerte, pero así es como Dios me ha creado. En fin, que me enrollo más que con el capítulo, haha. Avisaros de que empecé una nueva novela sobre los chicos, que tiene introducción más dos capítulos. Os dejaré aquí el link http://iwanttomarrythenight.blogspot.com.es/ Y como siempre, deciros que gracias por leer y por todo, en general.
@Cris_Jbieber
Cris Vila Jb (Tuenti)